La quema de Marijaia pone fin a las fiestas de Bilbao

Marijaia se ha ido esta noche como llegó, en medio de un ambiente multitudinario y cargado de una profunda emotividad, como tocan todas las despedidas. Si por la pandemia se había hecho esperar tres años, los últimos nueve días se han pasado en un pispás, casi sin darse cuenta. En medio de un ambiente tropical, la pregonera, Itziar Lazkano, y la txupinera, Iratxe Palacios, acompañaron a la reina de las fiestas en su último viaje por la ría, que partió del Puente de la Merced. Remeros del Club de Deusto, enfundados en trajes blancos y luciendo el pañuelo de fiestas, embarcaron al icono a bordo de la 'Tomatera', a las diez en punto de la noche, a los sones del clásico 'Agur Marijaia'. Miles de ciudadanos, entristecidos, veían cómo Marijaia se consumía entre las llamas, con las luces de las txosnas ya apagadas. Hasta el año que viene. Es momento de hacer balance porque estas fiestas han pulverizado todos los registros.