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La simple aritmética de la permanencia
El Alavés aspira a derrotar al Levante y esperar resultados para llegar con opciones de salvarse a la última jornada
Las cuentas son tan cristalinas que no ofrecen dobles lecturas. Si el Deportivo Alavés pierde, será equipo de Segunda. Aunque su futuro está ligado al ... de Mallorca y, sobre todo, Cádiz, la base de cualquier cálculo es que derrote al Levante, el único descendido, en el horario unificado (Ciutat de València, 19.30 horas). Un empate solo le daría aire en una improbable combinación de resultados. Su precaria realidad le ha condenado a un largo acto de funambulismo que de momento domina, pero que sucede dentro de un contexto de total y constante incertidumbre.
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«Tenemos que saber que el que se juega todo es el Alavés y como tal lo tenemos que demostrar desde el primer momento», resumió Julio Velázquez en la previa. Apeló a ese plus de orgullo que palie una evidente limitación: el Deportivo Alavés solo ha ganado uno de sus dieciocho partidos como visitante esta temporada. Es el peor foráneo de la competición y el segundo peor de las cinco grandes ligas europeas -España, Inglaterra, Alemania, Italia y Francia- y fuera de casa ha encontrado sus mayores abismos de la temporada. El último, hace una semana en Vigo, cuando sus opciones de permanencia parecían reducidas a cenizas.
Cuentas para la permanencia
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Si gana. Descenderá si el Cádiz también lo hace.
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Si empata. Descenderá si el Cádiz puntúa o el Mallorca gana.
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Si pierde. Descendido, independientemente del resto de resultados.
Pero, desde entonces, casi todo lo que podía salir bien ha funcionado. Superó al Espanyol en un encuentro completo, reconocible, y tanto Cádiz como Levante cayeron. Solo el empate del Mallorca impidió que el escenario sea mejor. El Alavés suma 31 puntos; Mallorca y Cádiz, 33 y 35, respectivamente. Por eso, aunque mirará a Son Moix, todos los ojos estarán puestos en el Nuevo Mirandilla. Una victoria del Cádiz frente al Real Madrid, independientemente del resto del resultados, incluido el suyo propio, le dejaría en Segunda. Más matices hay con el encuentro de los baleares frente al Rayo. Aunque, si ganan, con empatar en la última jornada dejarán al Alavés fuera de su alcance. Velázquez reconoció ayer que solo pensará en el Ciutat. «Hay que centrarse en nuestro partido. Ocuparnos de lo controlable. Desear que se den los resultados que pretendemos. No me gusta estar pendiente porque es energía que pierdes», explicó.
Lo «controlable» está impregnado también de incógnitas. La principal, cómo responderá el Levante al no tener nada en juego. Velázquez asume que «no va a regalar nada» a los suyos. «No tienen nada que perder, querrán dar una buena imagen delante de sus aficionados», auguró. Pero lo cierto es que el ambiente en Orriols tampoco es propicio. La plataforma de aficionados 'Levante Somos Todos' ha convocado una protesta una hora antes del encuentro y también ha llamado a una pañolada y pitada masiva en el minuto 12 con la temporada del club y su presidente, Quico Catalán, como centro de las críticas. Ahí aspira el Alavés a imponer su «muy buena mentalidad».
La incógnita de Manu García
Aunque el técnico encuentra un indisimulable agujero en su alineación. Loum será baja por sanción y deberá romper, de nuevo, la pareja que forma con Escalante. Cuando el argentino no pudo estar en Vigo la solidez del equipo en esa zona se resquebrajó por completo. Velázquez deslizó que planteará un dibujo que podrá «modificar su estructura por si juegan de una u otra manera», aunque dos nombres emergen como candidatos a cubrir la ausencia del senegalés. Por un lado, un Tomás Pina hacia el que no escatimó alabanzas y, por el otro, Manu García. El asturiano entrena «con total normalidad» y dejó entreabierta la puerta de su presencia en el once. «Puede que juegue de inicio o puede que no. No es lo mismo jugar 70 que 90 que 30. Está mucho mejor que el miércoles», explicó. El técnico también celebró el rendimiento de nombres como Miguel o Jason, que aspiran a repetir como titulares.
Velázquez confía en que su equipo haya extraído buenas conclusiones de la hecatombe en Vigo. Porque ve «ciertas cosas que se pueden extrapolar» entre el Celta y el propio Levante. «De mitad del campo hacia delante tiene muchísima capacidad, un equipo que te somete permanentemente», asegura sobre los granotas. La base de ese bloque ofensivo vuelve a ser José Luis Morales, autor de doce goles, además de cerebro y corazón del equipo. «No podemos desperdiciar ni un minuto más en Primera», resumió tras certificar el descenso, en una declaración de principios para el choque de hoy. En ese cóctel emocional, el Alavés tendrá en la grada una fuente reforzada de aliento. 405 aficionados han puesto hoy rumbo en siete autobuses al partido más importante de la temporada. Un choque donde, de nuevo, al Alavés solo le vale ganar.
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