Deportivo Alavés

Así ha sido la pretemporada del Alavés: un equipo solidario pero atascado con el balón

Cualquier análisis que se puede realizar del repóker estival de partidos parte de una realidad: el Alavés de mediados de agosto no será el mismo que arranque septiembre. Porque todavía le queda moverse, y mucho, en el mercado de fichajes. Tiene para hacerlo hasta las 23.59 del viernes 1 de septiembre y la tarea no es sencilla. Porque los movimientos, más que un broche a la plantilla, serán en su mayoría de jugadores llamados a ser titulares.

Solo la disponibilidad económica y las flujos del mercado permitirán cuantificar el número definitivo de altas, pero en ningún caso serán menos de cuatro. El club está obligado a fichar, al menos, un lateral derecho, un media punta, un extremo derecho y un delantero centro. En la zaga solo cuenta con el joven Joseda y ni una sola pieza del primer equipo que pueda desempeñarse como defensor diestro. Arriba, el club busca incesantemente un ariete de área, pero la grave lesión de Simeone sugiere que deberá, en el mejor de los casos, sumar dos delanteros para complementar a Miguel y Sylla. También Alkain necesita competencia en el extremo diestro y el club no cuenta con un enganche. Para ese perfil, la figura elegida es Óscar Rodríguez, en cuya cesión trabaja el Alavés con el Sevilla.

La elevada carga física de la pretemporada aletarga las ideas y resta vigor a las piernas. Pero el Alavés mantiene algunos detalles positivos que ha mostrado con cierta continuidad durante el verano. Sobre todo, destaca la competitividad que ya mostró durante toda la temporada pasada. El equipo vitoriano sigue siendo un bloque robusto, duro y generoso en el esfuerzo. El compañerismo no se negocia y los nuevos fichajes han encajado a la perfección en esa filosofía.

Esa capacidad de esfuerzo se traduce en resultados: la presión adelantada sigue dando réditos al Alavés. El equipo sabe bien cuándo morder y lo hace de una forma coordinada. Algo que le vendrá bien en momentos de poco balón, más frecuentes en Primera que lo que fueron en Segunda. El bloque albiazul, además, también mantiene buenos registros a balón parado e incluso su nivel de eficacia ha sido notable en verano. Ha fallado ocasiones claras, pero tampoco ha necesitado muchas para anotar.

El gran debe del Alavés se encuentra en el balón. Al equipo aún le falta fluidez. Contra los dos rivales de Primera, el Valencia y Osasuna, sufrió para hacerse con ella y pasó demasiados minutos en su búsqueda. Pero cuando la ha tenido le ha faltado cierta claridad. Con demasiado balón largo, le ha costado progresar combinando. Pero no le falta intención ni talento. El trío Guevara-Blanco-Guridi, que actuó en la segunda parte contra el Burgos, sí que consiguió dejar buenos momentos de asociación que, a medida que el equipo se engrase, deben encontrar mayor continuidad. La defensa también ha dejado cierta incertidumbre en verano, si bien los desajustes de una parcela sin apenas cambios se achacan, sobre todo, a la falta de rodaje y el desgaste físico.

El once del Deportivo Alavés contra el Cádiz se parecerá mucho a los del tramo final del curso pasado. Porque Simeone está lesionado, Blanco ya estaba entonces Vitoria y Rafa Marín parte, a priori, por detrás de la pareja Abqar-Sedlar. Solo Guevara se erige como una factible novedad en el once titular. También el joven Joseda mientras llegan efectivos para el lateral diestro. Queda por definir el dibujo, pero la falta de efectivos en la delantera vuelve a situar el 4-2-3-1 -o 4-3-3 en función del puesto de Guridi- como sistema tipo del equipo.