Todo pasa por Antonio Blanco en el Alavés
El cordobés se adueñó del centro del campo y del partido en el triunfo albiazul, que le concede galones y la capitanía para que sea el eje de su proyecto
Minutos antes del partido ante el Levante, el Deportivo Alavés anunció que Antonio Blanco (Montalbán de Córdoba, 2000) se sumaba al grupo de capitanes ... que conforman Antonio Sivera, Carlos Benavídez, Nahuel Tenaglia y Ander Guevara. El portero alicantino es el número uno, pero el cuerpo técnico desea que el brazalete lo porte un jugador de campo para tener mayor fluidez en la comunicación con el árbitro. Un rol que encarna a la perfección Blanco, que siempre está en el corazón del juego albiazul.
«Es un honor y un orgullo llevar el brazalete con esta camiseta y este club. Tengo toda la confianza de mis compañeros y del cuerpo técnico», confesó el cordobés, que frente al Levante fue –como siempre y cada vez más– el faro de los vitorianos. Todo empezó y terminó en las botas del '8', que fue el hilo conductor de un conjunto que tuvo un 62% de posesión. «Se ha visto un equipo muy reconocible, apretando, siendo intenso y dominando», afirmó Blanco, que dibujó los triángulos de combinaciones de los medios de Eduardo Coudet. Con un 88% de acierto en el pase, el pivote puso en limpio todos los balones que le llegaron y se asoció con Pablo Ibáñez, Carles Aleñá y Jon Guridi para mover con velocidad y envíos cortos el cuero en busca de abrir al Levante. El navarro, con un 91% de efectividad, pudo volar al tener al cordobés de guardaespaldas.
El catalán (85%), que ocupó de inicio la banda izquierda pero se fue a construir al centro, y el guipuzcoano (81%), que partió de la media punta pero armó la presión por todo el frente, tuvieron en Blanco una salida. El ex del Real Madrid hace mejores a sus compañeros al darles soporte técnico. Siempre está disponible para oxigenar y ampliar el fútbol albiazul, como demostró con su 100% de efectividad en los cambios de orientación. «El Chacho me pide ser el eje. Dar equilibrio, manejar el juego y ofrecer siempre líneas de pase», detalló en Radio Marca. Una misión que cumplió con solvencia frente al Levante.
11 Kilómetros
Recorrió Blanco en la victoria del Alavés frente al Levante
88% De acierto en el pase
Del andaluz frente a los valencianos, con pleno en cambios de juego
Como ancla, Blanco es fundamental en el plan del Chacho –disputó 35 de 38 jornadas la campaña pasada–. Salta líneas, muerde y da estabilidad, ritmo y fluidez al juego del Alavés. «Es la posición en la que más cómodo me siento. En las categorías inferiores del Real Madrid también jugábamos con un solo pivote, de manera que lo tengo interiorizado y me gusta. Soy bastante partícipe cuando tenemos el balón y a la hora de presionar. Me gusta ser intenso y agresivo», explicó en este periódico sobre su papel en el Alavés un Blanco que, ante el Levante, realizó también ocho recuperaciones y recorrió 11 kilómetros. Un partidazo en la construcción y la destrucción que coronó con la asistencia en el gol del triunfo en el minuto 92 de Tenaglia.
Un estreno de curso notable para un centrocampista que cumple su cuarta temporada en Mendizorroza. Desde enero de 2023, cuando llegó cedido desde el Real Madrid, Blanco ha sido la pieza maestra del engranaje del Alavés con Luis García primero y Coudet después. Han cambiado sus compañeros en la medular –Salva Sevilla, Toni Moya, Benavídez, Guevara, Guridi, Jordán y Pablo Ibáñez– pero no la influencia de un futbolista que, un verano más, ha estado cotizadísimo en el mercado. Si hace un año la Fiorentina pujó fuerte por él y el Alavés repelió una «importante oferta», tal y como reconoció Sergio Fernández, en esta ventana clubes de LaLiga y también de la Serie A italiana se han interesado por un mediocentro que ya es uno de los mejores de LaLiga en su posición.
Contrato hasta 2027
El Alavés no ha contemplado la salida de Blanco, cuyo contrato finaliza en 2027. Hace dos años, el club pagó cuatro millones de euros al Real Madrid por el centrocampista. Además, el conjunto merengue tiene el 50% de sus derechos económicos, por lo que recibirá la mitad de lo que ingresen los babazorros en una futura venta. En este escenario, Blanco se encuentra feliz en Vitoria, asentado en la ciudad y es el eje del proyecto del club.
A sus 25 años, su figura es imprescindible para el fútbol «combinativo» y «protagonista» que desea implementar Coudet. «Generamos mucho y manejamos bien los tiempos con la pelota», confesó el entrenador argentino tras ganar al Levante. Una victoria tejida por las botas de Blanco, que cortó el juego rival y confeccionó el propio con precisión como ha hecho en sus 93 partidos de albiazul. Un día más en la oficina.
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