La odisea de 29.000 kilómetros de Mouriño para jugar con Uruguay

«Fue emocionante estar ahí. Ojalá que algún día me toque volver», apuntó entonces el ahora futbolista del Deportivo Alavés. En una Uruguay en la que los centrales son figuras de culto, con 'caciques' como Godín, Lugano, Giménez o Araújo liderando su zaga recientemente, Mouriño se ha hecho su hueco. 489 después de aquella primera convocatoria, el defensa ha regresado a la absoluta de la mano de Bielsa para la doble fecha de Eliminatorias de clasificación para el Mundial 2026 en Sudamérica en las que se enfrentarán a Perú y Ecuador.

Uruguay, tercera en la clasificación, ha citado a un defensa que está dejando buenas sensaciones en sus primeros partidos de albiazul. Un subidón para Mouriño y un 'dolor de cabeza' para Luis García. «Andaremos en cuadro atrás, pero es lo que tenemos y debemos adaptarnos a esta situación. Siempre que hay parón por selecciones nos toca jugar en viernes. No tengo ningún central hasta el día antes del partido», señaló el entrenador madrileño. Con la también convocatoria de Abqar con Marruecos en esta fecha FIFA, el Alavés recibirá al Valladolid el 18 de octubre sin horas de trabajo con sus zagueros en Ibaia. Además, Sedlar sufre una rotura muscular.

Una situación que con Mouriño será más complicada al cruzar el charco. «Santi llega el jueves a las cinco y cuarto de la madrugada a Bilbao de un viaje desde Uruguay. Pues voy a ponerle a jugar al día siguiente ante el Valladolid, no quedan más narices», avisó García dibujando la travesía que tendrá su defensa en estos días para competir con su país.

El ex del Atlético ya está en el Complejo Celeste, en el Departamento de Canelones, a las afueras de Montevideo. Allí desembarcó Mouriño tras un vuelo transoceánico de cerca de 12 horas y 9.942 kilómetros desde Madrid. Más de 10.000 desde que partió de Vitoria el lunes después de jugar ante el Barcelona los 90 minutos el domingo. Un choque para el que fue «duda» hasta última hora y que terminó con «un golpe» como detalló García.

En el campo base uruguayo, Mouriño entrenará a las órdenes de Bielsa y junto a Valverde, Giménez o Darwin Núñez hasta que la selección 'charrúa' viaje a Lima para enfrentarse a Perú en la madrugada del viernes al sábado 12 de octubre en el Nacional. Cinco horas y 4.129 kilómetros, tanto de ida como de vuelta, para regresar a Montevideo. Allí, en el Estadio Centenario, se medirán a Ecuador en la noche del martes al miércoles 16 de octubre.

Tras el partido, otra vez a cruzar el Atlántico y devorar las 12 horas y los 10.000 kilómetros de vuelo que hay hasta la península antes de llegar a Vitoria el jueves 17, un día antes del encuentro frente al Valladolid. En total 29.000 kilómetros y más de 30 horas de avión, sin contar posibles escalas, para jugar con Uruguay y llegar a tiempo al reinicio de LaLiga con el Alavés en Mendizorroza. Todo un reto para Mouriño que se está afianzando en el Alavés. De lateral derecho y de central, el uruguayo ha disputado los cinco últimos partidos de los babazorros, siendo titular ante el Real Madrid y el Barcelona. Dos duras pruebas que le han abierto las puertas de la absoluta uruguaya.