La nueva sonrisa de Burgui
«Es una pena que tengan que pasar cosas así para darte cuenta de que no lo estabas haciendo bien», dice el extremeño tras superar una grave lesión de rodilla
Burgui vuelve a sonreír. Seis meses y medio después de romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla, el extremeño ya se siente ... listo para regresar. Un proceso «largo y duro». Se acuerda de su familia. «Cuando nos dieron la noticia yo no lo pasé tan mal como lo pasó mi padre». Y de todos sus compañeros, «que me han hecho sentirme parte del equipo». De Víctor Laguardia, que ha superado tres veces la misma lesión. «En verano me llamaba todos los días para que no me viniera abajo». De su «buen amigo» Wakaso, protagonista involuntario en el lance que propició la lesión. «Lo pasó muy mal muchos días, pero son cosas que ocurren en un entrenamiento y no lo tengo en cuenta».
De los aficionados, «que desde el primer día me dieron su cariño para afrontar la operación». De «todos los 'fisios' y personal médico del club», con especial mención para Josu Díaz de Alda, su particular sombra durante estos «seis meses de trabajo y sacrificio» en la habitación más oscura del fútbol. «Hemos pasado muchas horas juntos para volver a sentirme jugador», evoca el futbolista. Un camino largo y tedioso que, según sus propias palabras, ha engendrado un nuevo Burgui. «Ahora puedo decir con orgullo que soy mejor jugador y persona», subraya.
«Un jugador diferente»
«El Burgui anterior a todo esto es muy diferente al actual. Sufrir una lesión de este tipo me ha hecho ser más consciente de que hay que disfrutar cada minuto en este deporte. Creo que antes no estaba haciendo las cosas como debía y ahora voy a ser un nuevo jugador», reflexiona el atacante albiazul. Se refiere a aspectos fundamentales en la vida de un deportista como la nutrición, el descanso, el entrenamiento personalizado... «Un poco de todo», reconoce. Parcelas muchas veces descuidadas que resultan esenciales en el ultraprofesionalizado mundo del fútbol actual.
«Es una pena que tengan que pasar estas cosas para darte cuenta de que no lo estabas haciendo bien», insiste Burgui, muy autocrítico con su versión anterior. Muchos días de trabajo en solitario, muchas horas en el gimnasio, un verano sin vacaciones... La 'cara b' del fútbol. Crecer en la adversidad. «He aprendido que en esta profesión tienes que estar las 24 horas del día pensando en dar tu máximo nivel. Creo que antes no estaba trabajando como debería y como este deporte requiere», reitera el extremeño.
Ahora se siente «muy bien». Más potente. Un paso adelante, porque no tiene ningún reparo en reconocer que su punto débil siempre ha sido el apartado físico. «He trabajado muchísimo, antes no estaba tan fuerte como ahora». El punto de partida de ese nuevo Burgui que quiere plasmar cuanto antes sobre el terreno de juego. «Es el momento de exigirme sobre el césped y pelear para seguir mejorando».
«Me gustaría jugar ya»
La semana pasada recibió el alta médica para volver a los entrenamientos y esta ya ha trabajado al mismo ritmo que sus compañeros. A plena disposición del entrenador. «Me gustaría jugar ya este fin de semana y estoy a la espera de lo que diga Garitano», apunta con una amplia sonrisa, consciente de que aún le falta ritmo de competición y de que la lógica dicta que el mejor escenario para su reaparición sería el triangular amistoso del próximo jueves en Lasesarre, contra el Athletic y el Barakaldo.
«Me encuentro bien para ayudar, físicamente estoy bien, pero es el entrenador el que me tiene que ver bien», repite el futbolista pacense, con la renovada ilusión de «devolver al Alavés la confianza que me dio cuando me fichó». Es su tercer año en Vitoria, después de dos temporadas marcadas por la irregularidad hasta la lesión: 23 partidos ligueros -12 como titular- y un gol en la primera; 16 encuentros -5 de inicio- y un gol en la segunda. «Creo que todavía no le he devuelto esa confianza y ahora lo voy a hacer», zanja con franqueza.
Un refuerzo para el ataque alavesista. Un jugador de banda, en principio, aunque «estoy probando de segundo punta», desvela. «Con libertad entre líneas, la posición que más me gusta, por detrás del punta, pero el entrenador sabrá dónde puedo dar mayor rendimiento».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión