El alegato viral de una dietista vasca: «Este es mi cuerpo y no lo voy a esconder»

Llevaba toda la vida deseando tener otro cuerpo con menos celulitis, más tonificado y con un vientre plano. Incluso daba clases de deporte y no conseguía el resultado que ansiaba. Cuando pesaba 12 kilos menos que ahora, tampoco se veía favorecida. Nunca estuvo satisfecha consigo misma, escondiendo su cuerpo ante lo ojos de los demás por vergüenza.

Hay mujeres y discursos valientes, y después está el de Eli Gallego, dietista-nutricionista hondarribitarra que ha sorprendido a propios y a extraños con una confesión pública más que aplaudida por su componente íntimo, humano, claro y sincero. Un manifiesto que ha revolucionado las redes sociales por exponer con rotundidad «lo que hay».

«Este es mi cuerpo y me planto aquí», así comienza su viral y aplaudido discurso. «Esto es una especie de manifiesto. Creo que cuando pasas de los cuarenta, ya es momento de dejar las tonterías, romper las barreras y plantarnos», añade. Y es que la guipuzcoana reconoce que ha dejado de hacer muchas cosas «porque no quería enseñarme. He dejado de ponerme ropa que me gustaba, he dejado de ir a la playa, he dejado de hacer planes para no mostrar mi cuerpo», con una cuestión que le atormentaba por encima de cualquier cosa: «¿cómo va a tener tripa la nutricionista?».

¿Por qué ha decidido contar su historia y mostrarse a pecho descubierto sin tabú alguno? Según la propia protagonista, hace unos días y tras escuchar atentamente una entrevista sobre las consecuencias de la menopausia, comenzó a asumir que «el cuerpo cambia a partir de una edad. Hace años practicaba más deporte del que hago ahora, pero os aseguro que actualmente hago muchísimo ejercicio, estoy mejor que nunca, en forma, me siento sana, pero no estoy como hace unos años», reconoce.

En su discurso, Gallego recalca haber asumido que jamás estará como le gustaría o como su cabeza le dice que tiene que estar. «Pero este es el cuerpo que tengo, este es el cuerpo que habito y lo debo mostrar porque hay muchos planes que si no los hago ahora, puede que no los haga nunca. Me estoy perdiendo la vida», desvela. «Es cierto que complejos tenemos todos, pero creo que es el momento de dejar de probarme 27 cosas por cómo me queda de aquí o de allá» insiste.

«A los 40 el cuerpo cambia y cambia mucho. Insisto que estoy mejor que nunca a nivel de porcentaje graso, muscularmente, pero mi grasa se ha repartido por otros sitios. Si antes que mi grasa estaba mejor repartida me daba corte, ¿ahora qué hago? ¿no salgo?», con un problema añadido: «vivo en un pueblo pequeño. ¿Qué van a decir? La nutricionista tiene michelín, celulitis, le cuelgan los brazos. Por eso he decidido hacer un manifiesto, un aquí me planto porque este va a ser un verano diferente. Creo que el verano pasado no pisé la playa de mi pueblo un solo día para que no me vieran».

A lo largo de su estructurado razonamiento, tiende la mano y aconseja a todas las personas que están en su misma situacion: «os animo a que os enseñéis. No tenemos que ir tapadas hasta el cuello porque hace calor, porque el sol está para que lo disfrutemos todos, porque no hay nada que esconder. A partir de ahora, quiero ser feliz. Feliz con esto que me ha tocado. Y cuidarlo, mimarlo y no macharcarlo. Y seguiré corriendo y haciendo deporte porque me encanta. Y alimentándome de lo que me dé la gana porque en casa comemos sano y nos apasiona. Y seguiré haciendo ejercicios de fuerza; no porque me gusten, sino porque mi entrenador personal me los manda».

Y finaliza con un mensaje sólido y contundente: «habrá que conformarse con lo que una tiene. Y no solo conformarse, sino quererse. Os invito a que hagáis una reflexión y que intentéis romper con todo esto. Advierto que cuesta un montón». Pero concluye con un convincente y esperanzador «yo espero cumplirlo».