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Sonia Castedo llevaba en el Ayuntamiento desde 1995.

Sonia Castedo, la alcaldesa 'apestada' del PP

Su belleza la convirtió en la reina de la hoguera de su distrito con 21 años. Cuatro después, entró como asesora de prensa en el Ayuntamiento de Alicante

Julia Fernández

Miércoles, 24 de diciembre 2014, 02:01

Los días de vino y rosas se acaban para Sonia Castedo. La hasta ahora alcaldesa de Alicante se ha 'regalado' por su cumpleaños la renuncia al cargo. Y tal y como había dicho en otras ocasiones, lo ha hecho a su modo y sin rueda de prensa. Con una simple publicación en su perfil de Facebook, abierto a todo el mundo. "Hoy dejo mi cargo como alcaldesa y doy por finalizada una importante etapa, en la que toda la ciudad de Alicante me ha hecho sentirme muy feliz. Por ello, quiero daros las gracias a todos, absolutamente a todos, por permitirme alcanzar el sueño de ser vuestra alcaldesa". Así de claro.

El Brugal le ha pasado factura. Y no hablamos del ron, sino del caso por el que ha sido imputada y que la llevará a declarar ante el juez el próximo 16 de enero. En él hay implicados varios dirigentes del PP a los que se acusa de soborno, extorsión y tráfico de influencias en la adjudicación de contratos públicos en concursos de gestión de los servicios de recogida de basuras de diferentes municipios.

A Castedo se le cuelgan delitos relacionados con dos piezas separadas de la investigación relacionadas con urbanismo. Ella mantiene su inocencia, y lejos de humillar, se ha enfrentado a la opinión pública como un toro bravo, embistiendo a quien le atribuía turbias operaciones. Como buena gallega -nació en Ribadeo aunque se ha criado en el Levante-, siempre ha respondido con una pregunta... O algo parecido, porque a la que fuera 'Belleza de la Hoguera' del barrio Princesa Mercedes en 1991 le puede la soberbia.

¿Repudiada por Rajoy?

Un ejemplo lo tenemos hace unos días, cuando le preguntaron si pensaba dejar el cargo al ser llamada a declarar por presunta corrupción. "Tomo decisiones cuando me apetece y sin avisar", espetó entonces a los periodistas con su profunda voz ronca, que acompaña a la perfección su carácter fuerte y su arrogancia. A la vista está que no mintió.

Se marcha ahora. Aunque no es exactamente una decisión personal. En parte lo hace obligada por las circunstancias y por su propio partido, quien ha intentado desplazarla por todos los medios. Unas artimañas que no solo han sido utilizadas en el plano más privado, sino que se han dejado ver bien a las claras ante la opinión pública. El pasado mes de noviembre, el PP la dejó fuera de la foto con Felipe VI en el Congreso de la Empresa Familiar en Alicante.

Rajoy, acuciado por las críticas sobre su mano blanda ante los corruptos de su propia familia -a los que no obliga a hacer acto de contrición ni a dimitir de sus cargos-, no quería tenera al lado. Y lo logró, al menos en la instantánea, porque Castedo no se quedó en su casa viendo el tiempo pasar ni acariciando al gato, como los malos de los dibujos animados. Estuvo en el acto e, incluso, saludó al Rey, para disgusto de su capitán general.

Su mentor, imputado por el 'caso Gürtel'

No es fácil relegar a Sonia Castedo a los cuarteles de invierno. Esta licenciada en Sociología lleva dos décadas al pie del cañón y tiene muchas tablas. O mucho morro. El límite entre uno y otro es en ocasiones difuso. Llegó a la Alcaldía de la ciudad en 2008, pero desde 1995 ya estaba dando guerra en los pasillos de la casa consistorial. Empezó ese año en el departamento de prensa como asistente técnico. Tenía entonces apenas 25 años, el título universitario aún caliente en la carpeta y el carné de Nuevas Generaciones en el bolsillo desde hacía 24 meses.

Su desparpajo encandiló al entonces alcalde, Luis Díaz Alperi, el 'padre' de la fallida Ciudad del Cine. Era su primera legislatura. Cuatro años más tarde, este ovetense nombró a Castedo concejala. ¿Su negociado? Turismo y playas. Desde ese momento, se convirtieron en uña y carne. Díaz Alperi la mantuvo en su equipo de gobierno hasta su renuncia en 2008. Se ocupó de Urbanismo, un área dura, y fue su mano derecha de 2004 a 2007 al ejercer como teniente de alcalde.

Cuando el asturiano se bajó del burro al verse salpicado por el 'caso Gürtel', propuso a Castedo como su sucesora. El pleno del Ayuntamiento refrendó el nombramiento con solo un voto de diferencia con el otro candidato, Roque Moreno. Y así fue como Alicante logró tener a su primera alcaldesa.

La unión entre ambos dirigentes populares era tal que la recién nombrada regidora municipal tuvo palabras muy cariñosas para el que consideraba su "mentor" en su primer discurso con el bastón de mando en la mano. "Le debo mucho a mi partido, pero sobre todo soy lo que soy porque una persona en concreto lo ha querido así. Hoy es un día muy feliz para mí, pero también muy triste, porque él se va", dijo aquel 16 de septiembre de 2008.

Cachondeo telefónico y madre a los 43

A lo largo de estos seis años, Castedo ha ejercido su labor con más sombras que luces. Algunos dicen que ha hecho y deshecho a su antojo... Y al de sus amigotes. El magistrado será quien tiene que demostrar si eso es así o no, pero mientras se juzgan sus actuaciones, han trascendido algunas conversaciones sonrojantes con empresarios que le han puesto al borde del precipicio.

Su amistad con el constructor y presidente del Hércules Enrique Ortiz parece que no era tan desinteresada. Castedo tendrá que responder ante la justicia si favoreció al promotor en algunas adjudicaciones de contratos, pero mientras eso llega, se han conocido algunos de los diálogos que mantuvieron en diversos contactos telefónicos. Y ninguno sale muy bien parado: bromas, cachondeo y hasta lo que algunos entienden por tonteo -Ortiz y Castedo compartieron viajes, juergas y hasta Nocheviejas juntos- protagonizan las controvertidas conversaciones.

Con todos estos antecedentes, no es de extrañar que el PP la trate como una apestada. El último tira y afloja que mantuvieron ambas partes fue hace unas semanas, cuando la formación de Rajoy pidió a Castedo, madre de dos niñas -la mayor, Antía, tiene 13 años y la pequeña nació en abril-, que no se presentara a la reelección.

Al principio, no le hizo ninguna gracia, pero acabó aceptado a regañadientes. Eso sí, se guardaba un as en la manga, o al menos así lo intenta vender: la dimisión anticipada. Dice que "hace tiempo" que tomó esta decisión y que sí, que la fecha elegida, el día de su 44 cumpleaños, no ha sido una coincidencia. Al parecer Castedo, fiel seguidora de las fiestas de las hogueras en las que se proclamó reina de la belleza en 1991 y en las que ha hecho desfilar a sus dos niñas, quería regalarse esta última venganza.

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