Vivienda, multas y residencias: principales quejas ante la Síndica de Vitoria
La defensora vecinal abrió 43 expedientes de queja en el último trimestre de 2018. Se repite la preocupación por los okupas en Olárizu y Aretxabaleta
Vecinos preocupados por la presencia de okupas en bloques abandonados, personas que no pueden acceder a una vivienda digna, notificaciones de multas que llegan demasiado tarde o dudas respecto al acceso a una residencia de ancianos. Han sido algunas de las cuestiones más frecuentes a las que ha tenido que hacer frente la oficina de la Síndica de Vitoria, Leire Zugazua, en el último trimestre de 2018.
En los últimos 92 días del año pasado, la defensora vecinal recibió 43 nuevos expedientes de queja mientras que en el mismo periodo de tiempo cerró 48 casos. Por primera vez los expedientes resueltos superan a los abiertos. «Es un dato muy positivo, un objetivo que perseguíamos hace tiempo y que no era fácil de alcanzar», se ha felicitado Zugazua durante su comparecencia en la comisión especial de Sugerencias y Reclamaciones. Además, este servicio municipal realizó 62 peticiones formales de informes a diferentes departamentos.
La vivienda es uno de los temas más recurrentes entre los que acuden a la oficina situada en el Jardín Secreto del Agua. «Es un tema que nos preocupa y que cada vez va a más. Por ejemplo, personas que a pesar de ser asalariados no encuentran una vivienda en el mercado libre ni cumplen los requisitos para optar a un recurso público», ha alertado la Síndica. A esto hay que añadir «situaciones extremas de gente que es discriminada en el acceso a la vivienda». En este ámbito se han recibido también varias quejas de vecinos de Olárizu y Aretxabaleta respecto a la okupación de bloques, la suciedad y la presencia de «perros peligrosos» en los alrededores. Precisamente acaba de echar andar la asociación vecinal 'Sector 19 Aralegui' creada por residentes en Aretxabaleta y Gardélegui con la okapacion como una de sus mayores preocupaciones.
Otra buena parte de los expedientes recibidos hicieron referencia como suele ser habitual a multas de tráfico, en concreto se atendieron 12 casos en el último trimestre de 2018. «Hay un problema con las notificaciones y nos preocupa sobre manera porque es algo que venimos detectando desde hace tiempo», ha revelado Leire Zugazua. Según ha explicado, se han dado varias situaciones idénticas de notificaciones que no llegan a tiempo con la consecuencia de que el ciudadano no tiene la oportunidad del pago reducido. En este sentido, la Síndica ha recordado que el Ayuntamiento tiene la posibilidad de abrir expediente sancionador a la empresa de mensajería por mala praxis y ha destacado que en ningún caso debe pagar el error el ciudadano.
40 euros por una copia
Las cuestiones referidas a residencias son otro bloque frecuente en la oficina a pesar de que la competencia es foral. «Sobre todo son relativas a listas de espera, gente que lleva esperando meses a que se le asigne el recurso. Sabemos cómo está la situación y les decimos que tengan un poquito de paciencia». En cuanto al uso del euskera se cerraron dos expedientes en el último trimestre de 2018. El primero de ellos era una queja por la ausencia del idioma en la carrera Ponle Freno enmarcada en los actos del FesTVal y el segundo una petición para la adaptación a personas con dislexia de los cursos de euskera para padres y madres ofrecidos por el Ayuntamiento.
Dentro del apartado de expedientes pendientes de cierre, la Síndica ha destacado el caso de un vecino que sufrió una caída en la vía pública. «Con la intención de reclamar el afectado solicitó una copia del atestado de la Policía Local por el que se le cobró 40 euros a pesar de que el año pasado se aprobó que lo que se debe cobrar es el coste de la copia. Todavía no hemos obtenido respuesta de Seguridad Ciudadana», ha expuesto.