«El Ayuntamiento permite la 'okupación' en Aretxabaleta a costa de nuestra seguridad»

La asociación comenzó a gestarse el pasado noviembre tras una noche agitada en la que las viviendas de Bustaldea sufrieron un intento de 'okupación' por parte de los 'bartolos' y el edificio Erentxun 28, cuyos vecinos fueron desalojados en verano, sufrió un segundo incendio. «No es el único problema del barrio, pero hizo que empezáramos a tener algunas reuniones informativas y nos decidiéramos a dar un paso adelante», expone Conde. Los nuevos vecinos del sur de la capital alavesa han empezado a conocerse y desean desarrollar actividades educativas, culturales y deportivas. «En definitiva, hacer una vida de barrio, que es para lo que vinimos», sostienen residentes como Olga, Alina y Rebeca.

El barrio está en obras constantemente, pero sus habitantes se han cansado de pasear entre aceras y arquetas sin rematar. «También urge instalar ya la recogida neumática, los contenedores se vuelcan cada dos por tres en la carretera e impiden la circulación», reclaman los miembros de Arelegui. Más de un centenar de vecinos se han interesado ya por una asociación que tiene la vista puesta en el futuro de un barrio que no deja de crecer. «No queremos esperar a ser un macrobarrio para buscar soluciones, queremos plantearlas ya. De momento vamos al centro de salud de Adurza, ¿pero qué ocurrirá cuando vengan más vecinos?», se cuestionan.

La zona que ellos mismos han denominado Arelegui se extiende desde Zumabide hasta más allá del final de la calle Asparrena. Sin embargo, los concejos de Aretxabaleta y Gardélegui son dos núcleos con sus propias juntas administrativas pese a tener 200 habitantes. «Queremos una buena convivencia y tenemos muy claras nuestras limitaciones territoriales, queremos fomentar la interacción entre el sector 19 y estas zonas limítrofes», señala Conde.

La seguridad se encuentra entre las preocupaciones del sector 19. «El mirador del parque de Lasarte es una zona de botellón que nos vemos obligados a limpiar cada dos por tres. Y los vecinos nos avisamos por WhatsApp si vemos un intento de 'okupación' en el barrio», subrayan los residentes, quienes se declaran cansados de llamar a la Policía Local por este y otros motivos y también hartos de los escombros que se acumulan en el entorno. Se muestran favorables a la construcción de pisos sociales controlados, pero lamentan que el Ayuntamiento «esté permitiendo la 'okupación' ilegal a costa de nuestra seguridad, lo que conlleva una mala fama para el barrio». «Sólo pedimos que patrullen de vez en cuando para sentirnos protegidos, al fin y al cabo también somos vecinos de Vitoria», reclama Rebeca.

Tal y como han constatado en las reuniones celebradas entre un centenar de residentes, el tráfico es otra de las cuestiones que preocupa a este colectivo vecinal. «La A-2124 es un caramelo para quienes corren con el coche, no sabemos si un radar sería la solución pero nos gustaría que los técnicos de tráfico la tuvieran en consideración», reclama Conde. La calle Asparrena también suma cada vez más coches y más salidas de garaje, y los vecinos se acercan al centro en su vehículo privado los fines de semana ante la menor frecuencia de autobuses. «Reactivar la ronda Sur podría ayudar al tráfico, que además empeorará con el próximo desdoblamiento de Iturritxu», auguran estos vecinos que de momento no tienen un local donde reunirse. «Hemos ido a la iglesia y a Adurza de forma puntual pero nos gustaría usar el centro social de Aretxabaleta o tener un espacio propio en el que seguir promoviendo la vida de barrio», piden.