Vitoria vetará el 30% de los coches que entran ahora al centro y al Casco Viejo
Un estudio municipal cifra en un tercio los vehículos «de paso» en la futura Zona de Bajas Emisiones, que elimina este tráfico. Afectará al «atajo entre Arana y Aldabe»
Uno de cada tres coches que ahora acceden a varias calles del Casco Viejo y del Ensanche tendrá prohibida su entrada en la futura Zona ... de Bajas Emisiones (ZBE). El Ayuntamiento ha cifrado en un 30% el «tráfico de paso» en zonas del centro y de la 'almendra' donde se aplicarán las restricciones. Es decir, en todo el distrito histórico y en vías como Portal del Rey, Olaguíbel, General Álava, San Antonio y el Ensanche peatonal. Este es precisamente el tipo de circulación que busca eliminar la norma, obligatoria para las ciudades de más de 50.000 habitantes para mejorar la calidad del aire. En el caso de Vitoria, se activará en el «último trimestre» del año.
A pesar de que tanto el área afectada del Ensanche como el Casco Viejo son «las zonas menos preparadas para la circulación de vehículos» en la ciudad, según recoge el proyecto de la Zona de Bajas Emisiones, todavía hay conductores que cruzan el corazón urbano sin ser residentes o trabajadores. Y no son pocos. Al menos, así lo asegura el Ayuntamiento en las estadísticas que incorpora el proyecto de ZBE. Por ejemplo, advierte que hay quien todavía «ataja por el Casco Viejo para llegar desde Arana hasta Aldabe». Se trata de vehículos que entran por la plaza Bilbao y atraviesan la calle Cubo.
La futura Zona de Bajas Emisiones busca precisamente acabar con los «atajos» y toda la circulación que no sea esencial para vecinos, comerciantes y algunos gremios, además de otras excepciones. En realidad, más que imponer nuevas restricciones en el Casco Viejo y en el Ensanche, donde el tráfico ya se encuentra muy limitado, se trata de aumentar la vigilancia. Hay coches que incluso hoy tendrían vetado el acceso a algunas calles, pero la falta de control o de la presencia policial en el momento de la infracción hacen que la sanción se esquive, a pesar de que haya cámaras instaladas.
En teoría, esta picaresca será erradicada con la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones, ya que los accesos estarán controlados por una treintena de dispositivos con lectores de matrículas que alertarán al instante de la presencia de un coche no autorizado (las actuales carecen de esta función).
Pero más allá de los conductores que atraviesan el Casco Viejo y el Ensanche, los comerciantes ya han dejado patente su «preocupación» por los clientes que se acercan con el coche a sus tiendas. Sobre todo, en las calles Portal del Rey y San Antonio, donde el acceso es más fácil y cuentan con una importante tradición comercial. Por contra, el proyecto elaborado por el Consistorio prevé que favorecerá la «vitalidad urbana» y que «repercutirá «positivamente», al estar «garantizado» el acceso peatonal.
A partir del próximo invierno sólo podrán entrar los vecinos que se hayan inscrito en un registro que facilitará el Ayuntamiento, además de comerciantes, vehículos de carga y descarga y algunos gremios. Esta regulación para las actividades económicas está todavía sin definir. Según los plazos que maneja el Gabinete Etxebarria, las condiciones se concretarán en los próximos días, aunque su entrada en vigor todavía se demorará varios meses.
Al margen de la elaboración de la nueva norma, que en principio se realizará a través de un decreto de Alcaldía, la tramitación de la futura Zona de Bajas Emisiones ha sufrido otro contratiempo, relacionado con la compra de las cámaras de videovigilancia que controlarán los accesos. El proceso de contratación que arrancó a finales de 2023 con un presupuesto de casi 727.500 euros (IVA incluido) quedó suspendido el pasado febrero tras varias consultas técnicas realizadas por empresas interesadas.
El Ayuntamiento optó por paralizar la contratación para modificar los pliegos. La previsión que maneja el Gabinete Etxebarria pasa por aprobar el nuevo texto el próximo día 10. Será entonces cuando se reinicie la contratación. Este impás implica que su instalación no se adjudicará al menos hasta el próximo verano.
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