Vitoria planea subir otro 5,8% las basuras en 2026, el doble que el resto de tributos

El Ejecutivo local justifica este aumento en base a su obligación a dar cumplimiento a la Ley de Residuos de 2022, que obliga a las instituciones a financiar mediante esta tasa el 100% del servicio de recogida, transporte y tratamiento de los desechos urbanos. Y en ese contexto, esta revisión al alza viene dada por el aumento del coste del nuevo contrato del servicio de limpieza municipal.

El Gobierno Local no ha revelado a cuánto ascenderá el precio que se pagará por ese servicio partir de 2026 ya que, después de que quedara desierto el concurso, está en fase de reelaboración del pliego. Ofrecía a las empresas interesadas 35,3 millones por año durante una década y, a tenor de la subida planteada en el recibo de basuras para el año que viene, podría estar barajando pagar un 3% más. Es decir, entorno a un millón de euros al año más. Si esta vez las compañías de limpieza se interesan y se presentan, no está previsto que la contrata pueda asumir la recogida y tratamiento de los res iduos urbanos hasta septiembre de 2026. Mientras tanto se prorrogará el contrato con PreZero-Onaindia.

También este plan de ordenanzas modifica el requisito de uso mínimo del contenedor marrón para acceder a la bonificación del 10% en viviendas de más de 90 metros cuadrados y así ayudar a que alcancen mejor ese descuento las personas que viven solas. Serán necesarias 108 aperturas al año, en lugar de las 120 que se exigían hasta ahora.

No son las únicas novedades que se recogen en el proyecto de ordenanzas fiscales para 2026 aprobado por la Junta de Gobierno Local. La propuesta, que ahora deberán negociar con las formaciones, plantea una «actualización general» de los impuestos, tasas y precios públicos del 2,7%, tomando como referencia el IPC interanual. Este año, con la subida histórica de las basuras y una general del 4% para el resto de conceptos pactada con EH Bildu, la previsión de ingresos en las arcas municipales es de 187 millones de euros, 17 más que en 2024.

Pero además, el Gabinete Etxebarria propone una serie de mejoras en tributos como el impuesto de bienes inmuebles, el de construcciones o la tasa de basuras. Una de ellas tiene que ver con el recargo del 50% del IBI para las viviendas consideradas deshabitadas que propuso la coalición abertzale con la idea de incentivar la salida al mercado del alquiler de este tipo de viviendas. Debido a las quejas de titulares que sólo tenían el piso vacío por temporadas, el Gobierno Local plantea ahora que los dueños de los pisos en los que no haya nadie empadronado pero estén en uso podrán librarse de esa carga si justifican un consumo mínimo anual de electricidad de 500,50 kw/h o de 20 metros cúbicos de agua.

Por su parte, el Impuesto de Construcciones y Obras (ICIO) incorpora una bonificación de hasta el 95% para proyectos que generen empleo por la puesta en marcha de nuevas empresas o ampliación, traslado o mejora de las ya existentes. «Se establecerán tramos dependiendo del número de empleados nuevos», dijo Armentia. Y además se incorporan dos nuevas ordenanzas: una para pruebas de contraste de alcohol en sangre y otra por la prestación de servicios de la Policía Local en eventos.

A través de este proyecto de ordenanzas fiscales, «el Gobierno busca continuar reforzando la estabilidad económica del Ayuntamiento y la calidad de los servicios municipales». Con este propósito, Armentia animó a los grupos de la oposición EH Bildu, PP y Elkarrekin «transformar las diferencias en consensos que fortalezcan y contribuyan a impulsar los programas y servicios destinados a la ciudadanía».