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Radiografía del comercio local
Vitoria pierde bares, pescaderías y librerías mientras gana gimnasios y centros de bellezaLas formas de consumir y los productos que se adquieren han cambiado mucho en los últimos años y, con ello, se ha producido una variación ... muy significativa en los comercios y establecimientos que ofrecen sus servicios en las ciudades. También en Vitoria, donde el mapa comercial ha variado de manera drástica en los últimos años con la desaparición de muchos negocios. Por ejemplo, en el sector de la alimentación de las 101 pescaderías que había en 2008 se ha pasado a 52 en 2024; las carnicerías se han rebajado de 197 a 113, mientras que panaderías y pastelerías han descendido de 237 a 168. Pero este sector no es el único afectado. Negocios de toda la vida como carpinterías (de 225 a 161), fontanerías (de 298 a 138), zapaterías (de 122 a 60), librerías (de 51 a 26) o tiendas de ropa (de 470 a 295), muebles (de 242 a 147) y electrodomésticos (de 56 a 23) también están hoy de capa caída. Aunque, eso sí, nada comparado al desplome de todo aquello relacionado con el mundo de la construcción, reducido prácticamente a una tercera parte después de la explosión de la burbuja inmobiliaria.
«La máxima oferta comercial que ha tenido Vitoria se produjo en 2004 con la llegada de El Boulevard. Ese fue el momento de mayor número de negocios de la ciudad y, a partir de ahí, hay una tendencia europea al retroceso que afecta a todos», detalla Patricia García, gerente de Gasteiz On.
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Puede parecer una debacle, pero la realidad es que en estos años han florecido nuevos negocios, y otros han crecido de forma exponencial, al albur de los nuevos hábitos de consumo, por las nuevas inquietudes de los vitorianos que son muy parecidas a las personas de otros sitios. Los gimnasios casi se han cuadruplicado porque antes había 11 y ahora 47; las peluquerías han subido de 510 a 621; y un batiburrillo de servicios personales en el que se incluyen desde espiritistas a tatuadores se ha más que duplicado al pasar de 47 negocios a 84. También hay muchos más masajistas, podólogos y acupuntores, que han pasado de 198 a 464.
«Estamos asistiendo a una llegada de servicios personales con formato de comercio. Muchos que estaban en primeras plantas han bajado a pie de calle. Y hay un auge del cuidado personal por la preocupación por cuidarse. Hay un 'boom' de esos negocios, como pueden ser los salones de uñas o las barberías», explica García.
16.443 negocios
tenía abiertos Vitoria en 2024, según los datos del Eustat.
La ciudad está cambiando mucho. 16.443 negocios funcionan en Vitoria, según datos del Eustat. Aquí se cuentan todo tipo de actividades: desde tiendas hasta despachos profesionales pasando por actividades de autónomos y empresas de todo tipo. Y han pegado un bajonazo del 17% en los últimos 16 años porque en 2008 eran 19.904. El Ayuntamiento de Vitoria tiene su propio registro por barrios, como se muestra en el mapa de arriba, y lo limita a comercios minoristas y negocios de restauración, que suman en la actualidad 4.142 establecimientos, apenas un 3,7% menos que hace seis años.
Volviendo a los datos más generales del Eustat y a una comparativa en el tiempo mayor, desde 2008 la caída del número de negocios de todo tipo ha sido un goteo constante, pero no se ha trasladado a una rebaja en los puestos de trabajo.
Al contrario, hoy Vitoria cuenta con más empleados que en 2008. Entonces, justo antes de la crisis financiera, se llegaron a contar en la ciudad 111.331 cotizantes; en plena recesión se bajó hasta los 100.123, mínimo que se marcó en 2013; y ahora, superado aquel desastre y después de la pandemia, se ha repuntado hasta los 117.611, lo que supone el tope histórico.
Patricia García
Gerente de Gasteiz On
Pilar Zorrilla
Profesora de Marketing UPV
¿Cómo es posible que baje el número de negocios y suba la gente que trabaja en ellos? «Hay que fijarse en los metros cuadrados, porque ahora las superficies son mayores. En la hostelería, en el comercio, en la alimentación... todo es más grande y eso requiere de más personal. El ejemplo más claro puede ser el de un supermercado, que te emplea a 20 o 30 personas donde antes había tiendas que tenían seis contratos. Ahora tenemos más trabajadores por cuenta ajena y menos autónomos. El sector sigue generando empleo», observa García.
La preocupación, además, no se enfoca exactamente hacia la desaparición de negocios en sí -«es una tendencia natural», asegura-, sino a que los que bajan la persiana sean aquellos que funcionan bien porque no haya quien asuma el relevo.
«Con el cierre de locales vamos a tener que convivir porque Vitoria ha cambiado mucho. Por ejemplo, estamos viendo trasvase del centro a los barrios. El problema es que hay profesiones que necesitan un alto grado de especialización y ahí no hay relevo. Así, podemos tener una carnicería que funciona y que aporta al barrio, pero que tiene que cerrar porque no tiene relevo. Tenemos que buscar entre todos las fórmulas para mantener esos negocios que sí aportan», aseveran desde Gasteiz On.
El sector hostelero protagoniza una tendencia dispar. Según la estadística del Eustat, Vitoria ha pasado de los 1.105 bares en 2008 a los 798 del año pasado pero al mismo tiempo el número de restaurantes se ha incrementado, pasando de 342 a 430.
El cambio de los hábitos de consumo explica ambas tendencias. «Antes un bar podía salir adelante poniendo unos vinos y había mucha tendencia de consumo en el día a día. Con una barra te valía porque nuestros padres o abuelos tenían la costumbre de tomarse algo cada día y hoy eso en parte se ha perdido; un bar no sobrevive con eso. Ahora hay un 'boom' de salir a comer el fin de semana y ya alargarse, sobre todo en el centro, y se exige un servicio más completo». Menos txikiteo y menos cañas al salir del trabajo. De ahí la desaparición de muchos locales de barrio que vivían del consumo de diario. De la misma manera que han cerrado otros bares que solo se dedicaban a la noche.
Hay otro elemento a tener muy en cuenta a la hora de analizar todos estos movimientos: el comercio 'online'. Durante la pandemia se disparó y las dinámicas se han mantenido. «Nos hemos acostumbrado a la compra digital y sigue creciendo», constata Pilar Zorrilla, profesora de Marketing de la UPV/EHU y especialista en 'retail'. «Ferreterías, droguerías y mercerías casi han desaparecido».
Hay una prueba del algodón definitiva a la hora de notar la pujanza de las compras en entornos digitales: «El 27% de las ventas de Inditex ya son 'online'». Es decir, más de la cuarta parte. Y ocurre algo curioso: mientras que el día de más actividad en las tiendas físicas «es el sábado», en la virtual «es el lunes» cuando más se vende, como para combatir la pena de volver a la rutina laboral.
Lo cierto es que hay un montón de explicaciones diferentes para entender la bajada de ciertos negocios: los de reparaciones cierran porque las cosas se tiran más que se arreglan; las agencias de viajes (que se han desplomado, de 79 a 45) tienen menos clientes porque hay muchos que se montan el viaje por su cuenta; los carpinteros y las fábricas de muebles cada vez tienen menos que hacer en su competencia contra las grandes multinacionales; las firmas constructoras y de promoción inmobiliaria tienden a la concentración...
En realidad, a la concentración tienden casi todos los sectores, porque en una economía de escala cuanto más grande es el negocio, más posibilidad tiene de ofrecer mejores precios.
«Lo que va a más es la parte experiencial», dice Zorrilla. Se refiere a «los cuidados personales y la salud» de un modo muy particular. «Esto va a cambiar la radiografía de la ciudad». Muy espectacular ha sido el aumento de centros de medicina especializada (suben de 146 a 214 negocios). Pero más aún el epígrafe de 'otras actividades sanitarias' donde se incluyen desde masajistas hasta fisioterapeutas, pasando por podólogos y acupuntores. Estas actividades se han disparado, de 198 a 464 establecimientos. De la mano de los nuevos tiempos también llega el aumento de veterinarios, porque hay más perros y gatos que niños, y de los juegos de azar, porque tienen una maquinaria de captación potentísima.
Zorrilla augura que la venta 'online' va a seguir creciendo y las tiendas físicas cada vez van a ser más grandes, un «punto de generación de comunidad de las personas vinculadas a las marcas». Van a ser también «entornos más experienciales». Y además está «la inteligencia artificial que lo va a cambiar todo». Resumiendo: «Vamos a alucinar».
Vitoria, y Álava en general, está atrayendo muchos rodajes gracias a los beneficios fiscales que se ofrecen y a una labor intensa de promoción de la ciudad y el territorio. Seguramente sea por eso que la industria en torno a esta actividad ha crecido bastante. En concreto, en 2008 había 28 firmas de producción cinematográfica y de vídeo, que ahora se han más que duplicado, hasta las 47. Además, los negocios dedicados a la posproducción, tanto de cine como de televisión, han pasado de una a tres.
Otro sector en auge, aunque esto es una constante, es el de la informática. Es cierto que en los últimos años ha ralentizado su crecimiento, pero desde 2008 hasta ahora las empresas dedicadas a la programación han subido de 46 a 84. Y las consultoras, de 64 a 76.
Y si en las tradicionales tiendas de alimentación el descenso de locales es generalizado, el polo opuesto lo marcan las fruterías, cuyo número asciende de 76 a 91 y el comercio al por menor en establecimientos no especializados con predominio de productos alimenticios, que pasa de 146 a 159 negocios, regentados mayoritariamente por extranjeros.
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