

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La Casa Alfaro está hoy un poco más cerca de resurgir de la ruina convertida en un hotel boutique, con 30 suites y restaurante «con ... encanto» en el corazón de la capital alavesa y muy cerca de La Florida y Ajuria Enea. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Vitoria, que integran PSE y PNV, dio este viernes luz verde al plan especial de reordenación de la manzana de la calle Manuel Iradier que alberga la apuntalada casona. Además de recalificar este espacio para su uso terciario y de oficinas, permite la construcción de dos edificios contiguos en un lateral y en la trasera del inmueble tal y como había solicitado en septiembre el grupo inversor Iradier Gardens; el promotor que intenta desde 2019 salvar la casa y darle un novedoso uso hotelero.
«Iniciamos por fin el desbloqueo de un tema que lleva enquistado tres décadas», destacó la alcaldesa, Maider Etxebarria, antes de explicar los cambios urbanísticos que, a su juicio, van a permitir «la reactivación económica del entorno y la puesta en valor del inmueble».
En su contexto
40 a 60 metros. Esta es la medida de las suites que tendrá el hotel y que contarán con dormitorio y salón.
Grupo Bocca A falta del diseño definitivo, los dueños del solar quieren que el bloque de las seis plantas concentre las suites y dejar el restaurante 'conencanto' en la planta baja de la Casa Alfaro. El tercer volumen podría dedicarse a oficinas, servicios auxiliares e incluso nuevos alojamientos.
3.000 metros cuadrados es la edificabilidad máxima de la parcela de Manuel Iradier 5. De ellos, 720 metros cuadrados son los que tiene el palacete del siglo pasado. Es el primer elemento arquitectónico de Vitoria que Hispania Nostra envió a su lista roja de patrimonio en riesgo de extinción.
Lo que hace este plan especial es dar viabilidad a la recuperación de la Casa Alfaro y su entorno permitiendo que los promotores puedan aprovechar al máximo la edificabilidad de la parcela de 3.000 metros cuadrados. El edificio catalogado tiene 720 metros cuadrados y el resto, ahora ocupado por un maltrecho frontón y descuidados jardines, se va a repartir en dos volúmenes de nueva construcción en sus flancos norte y este.
Uno de ellos, junto a Manuel Iradier número 7, alcanzará las seis alturas y será el que concentre la edificabilidad. «Permite retranqueos, soleamiento de los edificios residenciales y no afecta a los patios de manzana de los bloques circundantes», aclaró la regidora socialista. El módulo trasero, de menor altura, podría albergar oficinas.
A efectos de patrimonio, la casa conservará sus cuatro fachadas, dos de ellas (la principal y la oeste) libres de edificaciones anexas. Iradier Gardens, grupo que encabeza Juan José Gracia, quiere que el inmueble de seis plantas albergue una treintena de suites, es decir, habitaciones de entre 40 y 60 metros cuadrados con dormitorio y salón. Son seis menos que la del plan original que el Ayuntamiento rechazó.
En la segunda construcción, de tres pisos, sopesan dejar las oficinas y servicios auxiliares e incluso alguna habitación más. Además, se mantiene el restaurante «con encanto» en la planta baja del palacete con el respaldo del grupo Bocca.
La casa noble también mantendrá la imagen de la cubierta, aunque ésta se renovará por completo al estar prácticamente destrozada. Otro de los aspectos a concretar será también la conexión que tendrán entre sí los tres edificios que convivirán al final en la parcela. La recepción al hotel está prevista en el módulo de seis plantas, desde donde se accederá también al restaurante.
Los promotores confían en que ya se hayan superado todos los obstáculos administrativos para dar luz verde a un proyecto que se ha topado con numerosos muros debido a la catalogación del edificio, que en este tiempo se ha ido deteriorando. Este plan especial tiene que pasar por pleno pero antes debe someterse a exposición pública y alegaciones. Si todo va bien, los dueños confían en que la reordenación de la parcela esté aprobada para finales de este año. En ese caso presentarán el proyecto constructivo al Ayuntamiento para la primavera y, si obtiene licencia, el hotel podría ser una realidad en 2029. «Diez años después de comprarlo, diez años de lucha», señaló Juan José Gracia, lo que indica lo mucho que se ha demorado en el tiempo una iniciativa empresarial que pretende resucitar una de los edificios emblemáticos de la ciudad.
La Casa Alfaro ha estado en el centro de un laberinto institucional y urbanístico. Primero, el Ayuntamiento tuvo que reiniciar el proceso de recatalogación del inmueble para poderle dar un uso turístico por «un error administrativo» (no tuvo en cuenta una sentencia de ruina del edificio). Al segundo intento, ya tras aprobar el cambio de protección (pasó de la conservación estructural, la más alta, a fachadas y cubierta), el Gobierno vasco paralizó la tramitación en noviembre de 2023. El motivo, que le faltaba un informe del Consejo de Patrimonio Cultural Vasco, que debía dar el visto bueno. Tanto los especialistas de Lakua como de la propia Diputación advertían de que la protección que planteaba el Consistorio se quedaba corta. Pese a que este contratiempo estuvo a punto de retrasar la tramitación casi hasta el inicio, un cambio normativo que se aprobó en el Parlamento vasco en diciembre de 2023 dio la última palabra a los ayuntamientos. De esta forma, Vitoria pudo cambiar la protección y ahora procede a la reordenación de la parcela.
Según dicta Hispania Nostra, se trata de una casa exenta, de principios del siglo XX, ubicada en el número 5 de la calle Manuel Iradier, rodeada de jardín «que constituye uno de los pocos ejemplos de palacetes que quedan en el centro de Vitoria». Está apuntalada para evitar que se desmorone su galería.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.