Vitoria alberga la única población de grajilla del País Vasco
Al menos 24 parejas tienen sus nidos en los tejados de la ciudad. Prefieren los aleros de madera de los edificios más antiguos
La unidad de Anillo Verde y Biodiversidad del Ayuntamiento de Vitoria tiene una muy buena noticia que dar. Ha realizado un inventario sobre la ... presencia de la grajilla en la ciudad y han localizado los nidos de 24 parejas de este córvido en diferentes edificios. Es algo insólito en Euskadi. Es la única población «aparentemente viable» de toda la comunidad autónoma vasca y son cerca de 80 los ejemplares que vuelan por el casco urbano de la capital alavesa. No obstante, esta especie vulnerable no está exenta de riesgos. «Este pequeño número, unido a su aislamiento de otras poblaciones puede comprometer su viabilidad futura», explica el concejal de Medio Ambiente y Diversidad, el socialista Pascual Borja.
En España, la grajilla ha perdido en unos años hasta el 75% de su población, por lo que está catalogada como especie en peligro en el 'Libro Rojo de las Aves de España'.
El estudio lo han realizado ornitólogos de la Asociación Txepetxa, que han obtenido además valiosa información sobre los hábitos y costumbres de este tipo de córvido en la urbe. Saben qué edificios prefieren y tienen datos orientativos sobre su ciclo vital y éxito reproductivo gracias a observaciones puntuales sobre el comportamiento de la especie.
Así, durante la realización de ese inventario vieron que tienen gustos particulares. Por ejemplo, «tienden a ocupar edificios viejos, anteriores a 1900, con aleros de madera para nidificar, aunque también ocupan algunas cavidades en edificios más recientes y en grandes árboles del centro de la ciudad», describe Pascual Borja.
En Vitoria es más fácil verlas en el Casco Viejo y en el Ensanche, donde es frecuente que formen pequeños bandos
Obviamente, cada vez quedan menos sitios así y además los pocos que hay se los disputan con las palomas. Eso sin contar todas las cavidades que se han cerrado por parte de algunas comunidades de vecinos para evitar molestias de estas aves urbanas. «Algunos de estos problemas se podrían sortear instalando cajas nido en edificios públicos o zonas arboladas donde la conflictividad con palomas y vecinos fuese menor», reflexionan los redactores del inventario.
Chaaac, chaaac
Antes de llevar a cabo el estudio durante la pasada primavera, se desconocían en el caso de Vitoria aspectos básicos de esta población urbana, lo que condicionaba la capacidad para identificar posibles amenazas, así como realizar recomendaciones fundamentadas de gestión que ayudaran a mejorar su estado de conservación.
La grajilla es un córvido de mediano tamaño. Su rasgo más característico es su nuca de color gris, que contrasta con el resto de su plumaje, de intenso color negro. Su voz - como un chaac chaac, o un kiá kiá-es muy reconocible. Según explica la organización SEO Bird Life, son aves con una elaborada conducta social, que, tanto para reproducirse como para buscar alimento, se organizan en ruidosos grupos. De hábitos trogloditas a la hora de instalar el nido, crían en una gran variedad de lugares, desde cortados rocosos hasta viejos edificios, además de taludes y árboles huecos. A diferencia de otros córvidos, manifiesta unos hábitos marcadamente vegetarianos, aunque durante la crianza de los pollos capturan una gran variedad de invertebrados y algún pequeño vertebrado. también es inconfundible, y forma parte del paisaje sonoro.
En Vitoria, en más fácil verlas en el Casco Viejo y el Ensanche, donde es frecuente divisarlas formando pequeños bandos. Se trata de un ave al que le gusta asentarse en las poblaciones humanas, usando las cavidades de los edificios o huecos en el arbolado para criar. Sin embargo, ha sufrido un declive drástico en las últimas tres décadas en el sur de Europa a causa principalmente de la generalización de la agricultura intensiva.
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