El 46% de los visitantes a la red foral de museos elige el Bibat
Se recupera un 59% de las visitas respecto a 2020, pero aún sigue muy lejos de los niveles previos a la pandemia
Los museos de Álava aún no han conseguido superar los efectos del covid. La red que conforman el Bibat, el Bellas Artes, Armería, Ciencias Naturales ... y los yacimientos de Iruña-Veleia y La Hoya recibieron 88.797 visitantes en el último año, lo que supone un 59,5% más que en 2020, pero sigue aún lejos de los datos de 2019 cuando marcó un récord con 125.191 entradas. «Los efectos de la crisis sanitaria siguen siendo aún muy notables, con claras subidas y bajadas de la actividad y la presencia de público en consonancia con la evolución de la incidencia de la pandemia», admite la diputada de Cultura, Ana del Val, que hace «una valoración positiva pero con un toque agridulce».
El Bibat recibió a 41.226 personas, por lo que el 46,4% de quienes acuden a la red foral de museos eligen el equipamiento que suma arqueología y naipes. Armería convence a 13.257; el Bellas Artes, a 12.685 y el Ciencias Naturales, a 12.662. En los meses de verano fue cuando mejor funcionaron y los responsables de la Diputación lo relacionan directamente con la llegada de turistas que superó los datos de 2019. En julio hubo 10.572 visitas y en agosto, 16.383. Septiembre y octubre fueron similares al último ejercicio de la vieja normalidad, pero luego noviembre y diciembre han vuelto a quedarse al 50%.
Si bien los yacimientos siguen siendo los que menos gente atraen, lo que destaca es que sus exposiciones al aire libre superan datos de 2019 con 5.725 entradas en La Hoya (99 más) e Iruña Veleia con 3.242 (lo que supone un incremento de 235).
Uno de los colectivos que 'engordan' esas cifras son los centros educativos que acuden a conocer los detalles sobre la historia de Álava, que este curso se han podido recuperar aunque se han vuelto a ralentizar en el último tramo del año por el repunte del coronavirus.
El Departamento de Cultura prevé para el nuevo año priorizar las producciones propias en las exposiciones temporales, recupera los programas de visitas y talleres para centros escolares y continuar con las actividades complementarias (charlas, conferencias, proyecciones) en los museos siempre que la situación sanitaria lo permita. «Para 2022 esperamos que nos llegue la recuperación definitiva, al menos desde que finalice la actual ola. Seguramente el turismo nacional volverá a ser totalmente preponderante el próximo verano, aunque es previsible una tímida recuperación de la presencia de visitantes extranjeros», se arriesga a vaticinar Ana del Val.
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