Los usuarios de los gimnasios privados caen hasta el 50%
El bajón de ingresos obliga a «reducir plantilla y pedir préstamos» a estos establecimientos. El pasaporte covid ha sido «el peor golpe»
De la base de datos del gimnasio Vivagym de la vitoriana calle Donostia desaparecieron «un millar de socios» por culpa de la pandemia. Recuperarlos está ... resultando «muy complicado», confiesan en este y otros centros privados de la capital consultados por este periódico. Actualmente las bajadas llegan incluso hasta el 50% en comparación con el periodo anterior al covid, apuntan desde distintos establecimientos.
Las cifras de abonados en el citado recinto de Lakuabizkarra han ido ascendiendo de forma «muy lenta» en los últimos meses. Pero la exigencia del pasaporte covid volvió a reducir ese número. «Es lo que más daño nos hizo, cuando parecía que estábamos remontando. Volvimos a perder un montón de socios», relata Ainara Ruiz, responsable del negocio. Lo mismo ocurre en otros espacios. «Ha sido el mayor perjuicio y ha provocado muchas bajas, además de suponer una fuente de conflictos», confirman desde la dirección del gimnasio Rodas.
«Socios con más de 15 años se han desapuntado por el pasaporte. Algunos se han buscado otros centros y no van a volver»
«Indignante», censura el dueño de otro establecimiento de la capital que prefiere mantenerse en el anonimato. La obligatoriedad de solicitar el certificado ha motivado que «socios con más de 15 años se hayan desapuntado, lo que ha sido muy duro para nosotros», asegura este empresario. Esta medida «no nos corresponde controlarla a los gestores de un gimnasio», reseña.
Tras eliminarse la obligatoriedad del 'pase sanitario' a inicios de este mes «hemos vuelto a notar que ha empezado a subir. Sin embargo, algunos se han buscado otros establecimientos donde no lo estaban pidiendo, a pesar de que estaban incumpliendo la normativa, y probablemente no vayan a volver», lamenta la responsable de Vivagym.
Las numerosas y cambiantes restricciones dificultan la labor de estos centros privados. «Iban cambiando de la noche a la mañana y resultaban un tanto absurdas», opina Ruiz. Todo ello ha obligado además a recortar plantillas, reseñan desde diversos gimnasios. «Hemos tenido que reducir personal porque los números no dan».
La mitad del personal
«Hemos tenido que hacer una reconversión importantísima de nuestra actividad y reducir la plantilla a la mitad», transmiten desde el Rodas, con un «50% menos de socios que antes de la pandemia». «Hemos sido muy estrictos con las normas y eso nos ha hecho perder clientes». Cada centro afronta como puede la reducción de la facturación. Muchos han recurrido a préstamos bancarios o del ICO pero «se ha convertido en un problema porque siguen con ingresos bajos y ahora tienen un gasto añadido».
Los negocios critican además la escasez de ayudas institucionales, que han sido «irrisorias», de «un máximo de 4.000 euros».
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