El primero de mayo vuelve con fuerza a las calles de Vitoria
Los sindicatos con mayor implantación en Euskadi han vuelto a congregar a cientos de personas tras dos ediciones mermadas por la pandemia
Los sindicatos vuelven a tomar las calles en su gran día después de una edición frustrada por el confinamiento y otra deslabazada por la pandemia. ... Este domingo las reivindicaciones han vuelto a sonar bien alto en una edición del primero de mayo marcada por la inflación y las secuelas económicas de la pandemia y la guerra en Ucrania. Un clima laboral tenso del que no se escapa Álava con conflictos en el sector de los cuidados y en el metal alavés, que arrastra multitud de movilizaciones sin poder todavía alcanzar un nuevo convenio.
Por el centro de Vitoria se han dejado ver las principales centrales sindicales. Los más madrugadores han sido UGT y Comisiones Obreras. Ambas organizaciones, de gran implantación a nivel nacional, han marchado unidas en una única movilización que ha partido desde la plaza de la Virgen Blanca a las 11 de la mañana. Bajo el lema «La solución: subir salarios, contener precios, más igualdad» han resumido el grueso de sus reclamaciones que han dejado explícitas al término de la marcha en el kiosko de la Florida.
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«Tiene que haber una subida de salarios, ahora mas que nunca con la inflacion. Debe haber una limitación de precios sobre todo para las clases más desfavorecidas. No queremos que en esta crisis los paganos vuelvan a ser los mismos: los trabajadores», ha destacado Fran Osuna, de Comisiones Obreras. Arantxa Ruiz, de UGT, por su parte ha reivindicado que «recuperamos la calle, además en un momento que hace mucha falta». La secretaria de Organización y Administración de UGT ha añadido que «no hemos terminado de salir de una crisis como es la pandemia, donde todos hemos tenido que arrimar el hombro, para meternos en la crisis de Ucrania, que como estamos viendo, está disparando los precios».
Desde distintos puntos
Una hora más tarde, estaban citadas los dos grandes sindicatos nacionalistas que, en esta ocasión, se han dado cita también en la plaza de la patrona de Vitoria, pero han salido cada uno por su lado. Mientras los miembros de ELA se congregaban en la misma plaza, los de LAB lo han hecho unos metros más arriba, junto a la calle Mateo Moraza. Los primeros han terminado con la lectura de un manifiesto en la plaza del Matxete, mientras que los segundos hicieron lo propio en la plaza Santa Bárbara.
Los congregados por LAB han hecho hincapié en el duro impás que atraviesan los trabajadores, por ejemplo, de las residencias con su consigna «Hagámoslo posible. Reparto de cuidados, empleo y riqueza», mientras que ELA optó por un lema más a genérico: «Borrokan Ari Gara. Acabemos con la precariedad». Entre los manifestantes se dejaron ver pancartas que llaman a la huelga en el metal de Álava o de movimientos feministas. También alguna proclama antibelicista y referentes a los conflictos laborales abiertos en Laminaciones Arregui o SDA Factory.
«Se está dando una precarización de las condiciones de vida muy salvaje», ha advertido Arantxa Vázquez, portavoz de LAB. «Venimos de tres crisis consecutivas y creemos que es indispendable que el sistema cambie. Por una parte, debe haber una dignificación de los cuidados y para eso es un necesario una redistribución de las horas de trabajo y la riqueza más justa», ha explicado Vázquez que propone un salario mínimo de 1.400 euros y reclamó que «se empiece a hablar ya de salarios máximos«.
En la misma línea, Odei Blasco denunciaba que no se han dado pasos suficientes para paliar los efectos de la crisis en los derechos laborales, tampoco con la reciente reforma laboral. «Hay cientos de miles de trabajos precarios en Euskal Herria y vamos a poner todas las herramientas en erradicarlos. Queremos poner énfasis en que esta reforma no ha recuperado los derechos que se habían perdido y ha traído un contrato fijo discontinuo que para nosotros perpetúa esa precariedad», ha denunciado.
Los últimos han sido Steilas y ESK, que han preferido partir desde el Palacio Europa alrededor de las 12.30 horas para después atravesar las vías más céntricas. A ellos se les han unido otros sindicatos como CGT y CNT, que han suscrito el lema de su manifestación: «El capital quiere más», al que la central anarquista sumó el de «Nos van a oir».
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