Cristina Monge: «La ultraderecha avanza gracias a la desconfianza general»
El ciclo de la Escuela Abierta a la ciudadanía abre este miércoles en el Europa con la conferencia sobre la reconstrucción de la confianza democrática
Jon Casanova
Miércoles, 1 de octubre 2025, 00:06
Cristina Monge (Zaragoza, 1975) es politóloga y doctora por la Universidad de Zaragoza, donde imparte clases de sociología. Hoy a las 18.00 horas abre ... la programación de la Escuela Abierta de la Ciudadanía en el Palacio de Congresos de Europa –con capacidad para 400 personas– con la conferencia 'De la indignación a la decepción. Cómo reconstruir la confianza'.
– ¿Cuál es el enfoque de su conferencia?
– Analizar cuáles son los fenómenos que nos están inundando en las sociedades occidentales, en las que hemos pasado de ese momento de indignación, a, de repente, esa sensación de decepción y desconfianza en el futuro. También exite la falta de una mirada a largo plazo en las instituciones y lo que son los resultados democráticos.
– ¿Cómo explica que la democracia se sostiene fundamentalmente en la confianza?
– La confianza es como la materia prima de las sociedades democráticas, se levantan sobre el ese elemento, tanto de las personas asociadas a las instituciones y los órganos de intermediación, como en conjunto de la sociedad. Por lo tanto, si una sociedad pierde ese punto de confianza, pierde cualquier posibilidad de convertirse en una sociedad plural y abierta.
– ¿Cuál es el camino para recuperar esa confianza?
– De eso se trata. Tiene mucho que ver con una sensación de inevitabilidad, de pensar que lo que nos va a pasar, lo que tenemos delante de nosotros, son desafíos que nos conducen a un futuro peor. Hemos perdido la noción de entender que eso puede ser así o no, en función de las decisiones que tomemos. La confianza se puede ir reconstruyendo a base de poner en manifiesto la posibilidad que hay de hacer las cosas de manera distinta.
– ¿Cree que la ultraderecha se beneficia especialmente de este clima de desconfianza y crispación social?
– Sin duda. La ultraderecha avanza gracias a la desconfianza general que hay no solamente de los medios sino del conjunto de entidades de intermediación. Recoge el malestar, los descontentos de mucha gente que siente que su vida no avanza, que hay un montón de grandes desafíos encima de la mesa a los que no pueden hacerle frente y que no confían en que ninguna de las instituciones vayan a poder. A muchos les puede resultar más satisfactorio, en el sentido de que tienen mensajes muy simples y contundentes.
«¿Hay rechazo a los migrantes que vienen a jugar a fútbol en Primera División? El problema está en los que son pobres»
– Respecto a la migración, en otra entrevista mencionó que 'el mayor error es calificar la migración como un problema'.
– La migración es un fenómeno tan antiguo como el propio ser humano. No es nada nuevo. El resto es cómo gestionar los movimientos de personas de acuerdo a una serie de reglas democráticas basadas en los derechos humanos. Si esas migraciones no se gestionan bien, pueden dar lugar a problemas. La migración como tal no es un problema, no puede ser considerada un problema. La gente que llega, usualmente llega en situaciones desesperadas. Tenemos que ver qué hacer con esa gente, qué posibilidades brindarles, cómo facilitar su integración y cómo hacer que los servicios públicos den respuesta a todas las demandas, sin detrimento ni de los que vienen ni de los que ya estaban.
– ¿Existe una 'tendencia' juvenil de rechazo a la migración?
– No tengo lo tengo tan claro. Si estamos mirando la intención de voto, es verdad que los jóvenes forman el colectivo que más está mostrando su simpatía por el populismo de la ultraderecha, pero no tiene por qué ser por el tema migratorio. En el último CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) cuando se pregunta a los españoles cuáles son los principales problemas del país, la migración aparece entre los tres primeros. Cuando se le pregunta cuál es el principal problema que le afecta a usted, baja hasta la mitad. Hay una parte importante del discurso construido. Lo cual no quita que en sitios concretos se den problemas de convivencia muy importantes. ¿Hay un rechazo a los migrantes que vienen a jugar a fútbol en Primera División? El problema está en los migrantes pobres, de aporofobia, rechazo al pobre.
–Muchos llegan ya estigmatizados.
–En muchos casos el inmigrante no es una persona que viene aquí a delinquir. El inmigrante es una persona que viene aquí a buscarse la vida y vivir lo mejor que puede. Entre ellos hay casos de delincuencia, por supuesto, sí que los hay. Y allí está la ley, que ya está establecida. A que no hay que cerrar un centro comercial aunque sepa positivamente que un 3% de los que entran por sus puertas van a intentar robar algo. Pues esto es lo mismo.
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