Tres personas esperan desde hace dos años un recurso foral en Álava
Hay 19 familias pendientes de que les llamen para acceder a una plaza en los centros de día especializados en discapacidad
En Álava hay 19 personas con distintos grados de discapacidad que aguardan a que quede libre una plaza en algún centro de día. Esa espera ... se está haciendo especialmente larga para ocho de ellos: cuatro llevan cerca de doce meses pendientes de una llamada del Instituto de Bienestar Social de la Diputación (IFBS); uno lo hace desde hace más de un año y en tres casos ronda los dos años. Un escenario complicado de gestionar para ellos y también para unas familias que tienen que tirar de recurso propios.
Diez de esos 19 casos corresponden al centro de día para espectro autista -un trastorno que cada vez se detecta más- y la mayoría de ellos cuenta con un grado de discapacidad superior al 75%. Tres aguardan desde hace cerca de un año y otro lo supera, según datos aportados por el Departamento de Políticas Sociales a la juntera del PP Ana Salazar.
Otras tres personas optan a un centro de día para personas con algún tipo de limitación física. Dos están pendientes desde hace menos de un mes y hay una que lleva «más de dos años», aunque las autoridades no aportan a la procuradora popular las razones concretas de esta demora tan exagerada.
El centro Etxebidea, que se dirige concretamente a personas con discapacidad intelectual y necesidad de apoyo generalizado, tiene a seis personas pendientes de que quede algún hueco libre en sus instalaciones. Hay dos que llevan en la lista desde hace cerca de dos años y otro que lo hace desde hace uno. No es una cuestión baladí, pues se trata de gente que no accede a una residencia por la simple razón de que su familia puede atenderles cuando abandonan este equipamiento de atención diurna.
Este tipo de recursos se antojan cada vez más necesarios en el territorio histórico, visto que las valoraciones de discapacidad se han disparado un 80% desde la pandemia y gracias a que su esperanza de vida ha aumentado por los avances en la sanidad. De hecho, la misma respuesta enviada al PP incluye que hay 18 personas con un grado de dependencia III y 21 demandantes con un grado II que están a punto de superar los 20 años. A partir de esta edad dejan el sistema educativo y por eso toca buscar otro tipo de recursos especializados para cubrir su atención.
Una situación que viene acompañada por la falta de iniciativa de tipo privada para cubrir este servicio. De hecho, como publicó hace un mes este periódico, la mitad de las personas con discapacidad intelectual espera un año para lograr plaza en viviendas con apoyos, pisos supervisados y residencias de titularidad foral en Álava.
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