La tormenta histórica del viernes daña 2.900 hectáreas de viñedo y cereal en Álava

El fuerte diluvio, que vino por momentos acompañado de pedrisco, castigó en la provincia a 5.300 parcelas, que se corresponden con 2.900 hectáreas, principalmente de viñedo y cereal. Las cifras, provisionales, las maneja la entidad Agroseguro, con quien tienen sus pólizas la gran mayoría de profesionales del primer sector, en base a los partes recibidos este lunes y que prevén seguir creciendo en las próximas horas e incluso días.

Las principales víctimas de este fenómeno meteorológico fueron las viñas, con al menos 1.600 hectáreas afectadas -y aseguradas- en Álava, lo que ha provocado que salten todas las alarmas en el sector. La preocupación por la vendimia de este año ya era máxima antes de las lluvias torrenciales por la presencia del mildiu en casi todas las plantaciones y la amenaza de un recorte de la producción.

Pero, tras este fatal episodio, las perspectivas han empeorado aún más. La humedad y el calor son el caldo de cultivo perfecto para este hongo que debilita las plantas y reduce el rendimiento de la uva, lo que puede provocar que ésta sea la «puntilla» para la comarca dando lugar así, quizás, a la peor cosecha en años, según temen bodegueros y técnicos de la zona. Y eso que la de 2024 había sido, hasta ahora, la más corta del siglo.

El panorama en el resto de la DOCa Rioja no se dibuja mucho más prometedor. En la provincia vecina La Rioja Agroseguro gestionó hasta primera hora de la tarde de ayer partes en 2.100 hectáreas de vides y, ante esta situación, los agricultores de una y otra zona ya han solicitado ayuda institucional.

En el caso alavés, la parte más afectada del territorio es la central de Rioja Alavesa, que engloba Villabuena de Álava, Samaniego, Leza, Navaridas y Laguardia. En ese punto, según aprecia en una primera estimación el portavoz de la UAGA en el terreno, Juanjo García Berrueco, podría haber viñas con el «25 o 30%» de su superficie perjudicada. Las pérdidas económicas son, aún, difíciles de calcular, pero no se descarta que sean millonarias porque aquellos que están a pie de campo lamentan que la dana «se ha cebado» con sus cultivos y que lo que ocurrió el viernes fue una auténtica «catástrofe».

«Una vez que el barro nos está permitiendo acceder a los terrenos estamos viendo que las consecuencias son peores de lo que pensábamos», certifica Raúl García, alcalde de Laguardia.

Es en esa valoración en la que trabajan, por otro lado, los técnicos de la Casa del Vino de la Diputación Foral de Álava. Ayer, cuando la tierra comenzaba a secarse, empezaron a hacer un repaso parcela a parcela y en las próximas horas los responsables políticos volverán al epicentro de la zona agraria más afectada después de que el sábado el diputado general, Ramiro González, encabezara una visita institucional en esas localidades.

La inquietud de los labradores con el cereal tampoco se queda atrás. Si bien con el viñedo los focos «están muy claros», el golpe a este herbáceo, que estaba terminando de recolectarse, resulta «muy irregular», indica Andrés García, director gerente de Garlan. En principio, se extiende desde Ilárraza o Zurbano, concejos próximos a Vitoria, hasta Zambrana, Espejo o Salvatierra.

Sin duda allí donde haya llegado el granizo y, «en función de su intensidad», habrá una «pérdida de producción» y de «calidad». A lo que se suma retrasos en el calendario porque ni la lluvia permite la cosecha ni tampoco las temperaturas extremadamente altas. «Deberíamos tener 10 días con máximas de 30 grados y sin rocío por la mañana para poder acabar», especifica García, que ya augura que la productividad de este año será «peor» que en 2024 por lo «extremadamente lluvioso» que está siendo este ejercicio.

En cuanto al resto de producciones agrarias, no parece que la patata ni la remolacha vayan a sufrir, a priori, grandes daños. Sí el resto del año, unas 300 hectáreas de estos alimentos, han padecido deterioros «puntuales».

Y en el balance por fenómenos tormentosos en lo que llevamos de 2025 las estadísticas de la entidad aseguradora -que irán creciendo a la vez que se vayan comunicado nuevos avisos- señalan que en este ejercicio ya ha habido 9.300 hectáreas y 13.600 parcelas con siniestro en Álava. La mayoría de éstas (6.300) son de cereal, pero hay otras 2.700 de viñedo.

Entre la comunidad autónoma de La Rioja y Álava este año horrible para la vid se está dejando notar en 15.000 hectáreas exclusivamente de viñedo con siniestro, lo que supone el 23% del total del viñedo productivo. Por lo que no sería descabellado pensar que, entre los daños que pueda haber en las ocho poblaciones acogidas a la DOCa en la Ribera navarra y, sobre todo, en lo no asegurado, cerca de un tercio del viñedo pueda estar afectado por tormentas y pedrisco.

Por si fuera poco, queda por delante la temporada de mayor riesgo para este tipo de fenómenos meteorológicos. Ya el pasado 24 de junio se desató otra tormenta que, hasta ahora, había sido la mayor de las registradas en Álava en este año. Entonces Agroseguro recibió siniestros en 3.111 hectáreas, aunque entonces los daños se concentraron principalmente en cereal.