Tomás Alfaro, un testigo «en crudo» de la II República
'Una tragedia política' ·
Un libro de Santiago de Pablo rescata el diario personal del último alcalde republicano de VitoriaCuando Vitoria le dedicó a una calle a Tomás Alfaro Fournier decidió ponerle inicialmente la etiqueta de 'pintor'. Quienes han estudiado en detalle al último ... alcalde republicano de Vitoria rechazan esa definición para un hombre que no sólo se dedicó a enriquecer pinacotecas. «Era mucho más que eso. Fue pintor, fue escritor... era casi un hombre del Renacimiento, un humanista», afirma Santiago de Pablo.
El historiador de la UPV puede afirmar eso con conocimiento de causa. Esta tarde, a las 19:00 horas en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa, presenta 'Una tragedia política', su último libro. En él expone cómo vio Tomás Alfaro el nacimiento, la vida y la muerte de la Segunda República en Vitoria. Lo hace con una fuente de primer nivel: el diario personal del propio regidor de la capital alavesa. «Investigando temas más generales contacté con las hijas de Tomás Alfaro, que vivían en Madrid y ellas me proporcionaron esta fuente, que es realmente impresionante para contar la historia», relata en conversación con este periódico.
«A diferencia de de las memorias posteriores, donde quieras que no todo se maquilla, en un diario lo escribes para ti mismo. Por tanto cuentas la verdad, a veces de una manera muy cruda, y la cuentas en caliente, día a día y sin dejar pasar el tiempo», sostiene.
¿Qué pasaba por la cabeza del alcalde de Vitoria durante esos años? «Empieza viviendo la llegada de la República con mucho entusiasmo. Pero eso se va pronto, cuando ve que la República tiene muchas dificultades por la derecha y por la izquierda: por los carlistas y los anarquistas, dos colectivos que eran muy fuerte». Sin embargo, no todo fue culpa de los enemigos de la República a ojos de Alfaro. «Los propios republicanos -relata Santiago de Pablo- se dedican más a disputar entre ellos que hacer una política reformista». «Hay un momento en el que dice casi literalmente que no hay más que dos soluciones que le daban casi el mismo pánico: o una revolución o el fascismo», añade el historiador.
Lugares de encuentro como el Círculo Vitoriano o el Alavés hicieron de la Vitoria republicana un «oasis» de convivencia
Santiago de Pablo
Historiador
La Vitoria de entonces, la que en el siglo XIX había recibido el apodo de la 'Atenas del norte', era una ciudad particularmente conservadora, pero no estaba impregnada del clima de odio que se fue construyendo durante los años de República en el resto de España. «Aquí hay menos violencia en comparación con otras zonas de España; es un oasis. En cierto modo se da ese vitorianismo del que algunas veces hablamos», admite De Pablo.
Esa cierta paz social guarda relación con los «lugares de encuentro» que tiene la vida social de la época en la capital. «Había relaciones personales e incluso familiares. Y luego había foros como el Círculo Vitoriano o el Deportivo Alavés, que estaba metido en todo».
Pese a todo, el título del libro es 'Una tragedia política' por algo. «Realmente la vida política de Tomás Alfaro terminó siendo una tragedia. Esa idea, la tragedia, es que se intenta hacer la República y se termina con un golpe de Estado y tres años de cárcel» para el alcalde republicano.
Lecciones para el presente
Si hay una norma sagrada entre los historiadores es la de no interpretar el pasado con los estándares del presente. Pero si se le pregunta al autor qué pretende que saque el lector de su libro, no duda. «Recuperar la figura de Alfaro, que es impresionante». «También conocer mejor la República sin caer ni en mitificaciones ni en atribuirle todos los males. Y para hoy, entender qué importante es el respeto a las reglas del juego democrático no sólo con palabras, sino con hechos: respetar al que piensa distinto. Tendríamos que haber aprendido».
Cuando se le pregunta por el presente, con un ambiente de crispación al alza en la política nacional, el académico dibuja una mueca. «No hay que exagerar: las circunstancias que provocaron una guerra civil no son comparables; el mundo es completamente distinto. Pero sí que es verdad que tenemos que aprender. Si nos dedicamos a hacer una política de confrontación y de insulto, no avanzaremos. Creo que la gente que vivió la República y el propio Alfaro sí que aprendieron eso».
Apenas tres días después de los altercados del 3 de Marzo, De Pablo cree saber qué le habría parecido lo vivido este domingo a Tomás Alfaro. «Hubiera preferido un recuerdo unido, que no diese lugar a altercados y que se respetara la memoria de las víctimas co
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión