La tercera ola se estabiliza en Euskadi con 723 casos en las últimas 24 horas
La tasa de positividad se mantiene por debajo del 6% y en Álava la incidencia continúa descendiendo levemente con 99 casos en la jornada de ayer
Silvia Osorio y Gabriel Cuesta
Martes, 9 de febrero 2021, 13:00
El departamento de Salud del Gobierno vasco ha confirmado este martes un total de 723 casos de coronavirus en Euskadi en las últimas 24 horas. Ayer se realizaron 12.320 pruebas, entre PCRs y test de antígenos, de las que un 5,9% arrojaron resultado positivo. Por territorios, Bizkaia contabiliza 399 infecciones, Gipuzkoa 216 y Álava 99. En cuanto a la situación asistencial, se registraron 93 ingresos. De esta manera, los hospitales vascos atienden a 727 pacientes de covid, 570 en planta y 157 en las UCIs.
La tercera ola retrocede poco a poco. Hasta ayer, la incidencia acumulada a 14 días solo había caído 40 puntos en el conjunto de la comunidad desde el pasado miércoles, la jornada en la que varió su rumbo después de 30 días de subida continuada. El virus se encuentra en una fase de remisión, pero a una lenta velocidad que hace que los niveles de contagios, así como el nivel de transmisión sean todavía muy elevados.
También la pandemia muestra signos de ralentización en Álava. La provincia en su conjunto continúa esta inercia ligeramente descendente. Ayer rompió la barrera de los 600 casos de incidencia y este martes sigue el descanso hasta los 582. Esa tendencia también se aprecia en Vitoria, donde siguen detectando la mayoría de infectados. Ayer fueron 84, pero la capital alavesa pasa de una incidencia de 605 a 590. Aunque aún queda camino por recorrer para descender del listón de los 500, el que marca la zona roja, y por tanto, supone el endurecimiento de las prohibiciones del Gobierno vasco como son el cierre perimetral y el de la hostelería.
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En los otros tres municipios alaveses con más de 5.000 habitantes la situación es similar a la de los últimos días. La incidencia baja levemente en Llodio (495), donde hoy la hostelería baja desde hoy la persiana, Salvatierra continúa con unos datos de contagios preocupantes (incidencia de 784) y Amurrio (242) es a única localidad que se mantiene lejos de la zona que marca la máxima transmisión. De hecho, a día de hoy, el 88% de los alaveses vive ya en pueblos sin bares, según la última actualización de este listado del Gobierno vasco.
Ayer se cumplieron dos semanas de la entrada en vigor de las últimas restricciones para poner coto al patógeno, el cierre perimetral de los municipios y la reducción de grupos de 6 a 4 personas, entre las medidas más destacadas. Ya han empezado a surtir efecto, pero aún deben pasar unos días para confirmar que la curva se está doblegando. De hecho, todas las alarmas siguen encendidas. Y más aún por el rápido avance de la cepa británica en la comunidad, con casi 200 casos, el doble que hace una semana. Aunque esta mutación del virus no se considera predominante en Euskadi, las autoridades sanitarias son conscientes de que su imparable expansión puede boicotear el aplanamiento de la curva y provocar que los contagios vuelvan a repuntar.
El virus se repliega, pero los hospitales vascos viven sus semanas de mayor presión asistencial. Los centros de Osakidetza atienden en estos momentos a un total de 266 personas ingresadas en una unidad de críticos. De ellas, el 61% (164) están contagiadas de coronavirus, mientras que la cantidad restante sufre afecciones muy graves de salud a consecuencia de otras enfermedades o por un accidente de tráfico. Se trata de los niveles de ocupación más altos de toda la pandemia, solo superados durante la última semana de marzo y las dos primeras de abril.
Todos los hospitales tienen planes para incrementar su número de plazas disponibles si fuese necesario. Los profesionales confían en aguantar el pico asistencial de esta tercera ola -en planta se espera para el día 15 de febrero, y en las UCI una semana después- sin la necesidad de llegar a activar el nivel 4 del Plan de Contingencia, que se pone en marcha a partir de las 420 camas habilitadas, 72 más de las actuales. Entrar en este escenario implicaría la cancelación de toda la actividad quirúrgica, salvo la no demorable y la oncológica.