Dos siglos de esmerada atención a pobres, expósitos y ancianos
Sin uso desde hace tres décadas, el Hospicio fue una institución ejemplar en el cuidado de losmás desfavorecidosa partir de 1780
vitoria. Lleva tres décadas sin uso relevante, con dos plantas cerradas y un espacio a pie de calle de atención diurna a mayores. Librado de ... la piqueta, no como otras estancias nobles de su época en Vitoria, parece como si estuviera aguardando a que alguien reparara en su presencia y quisiera darle una humana utilidad. Antaño, desde 1780, el Hospicio la tuvo y cuentan las crónicas que fue modélica en su atención a los estratos más desfavorecidos. Pobres, niños expósitos y ancianos. Paradojas de la vida, ahora se piensa en rescatarlo del olvido como centro de salud del Casco Viejo, en vista de que el actual no da más de sí, lo que sería prorrogar, tras un largo paréntesis, su histórico carácter asistencial a la ciudad.
La vida en el lugar se remonta a 1589. El vitoriano Martín de Salvatierra, obispo de Segorbe y Ciudad Rodrigo, honró a San Prudencio con la creación de un colegio de Humanidades o Seminario que abrió sus cátedras al estudio allá por 1638. «Faltándole las rentas necesarias para dar cumplimiento a esos fines, en 1780 se estableció el Hospicio o Casa de Misericordia», escribe Ladislado de Velasco en 'Memorias del Vitoria de antaño'.
Se hizo cargo de su gestión la Sociedad Piadosa Municipal para «el fomento de cuidados hacia los pobres y niños expósitos», aquellos que se abandonaban ante el torno. En 1781 acogió también a los primeros ancianos y a «menesterosos». Recibía limosnas y subvenciones municipales, cobraba impuestos sobre el chocolate, la carne y el aceite y con el tiempo montó la rifa de San Antón, aún vigente.
Cubría todas las necesidades de los más necesitados con comida, vestido, alojamiento y educación cristiana a cargo de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Tratadistas ingleses y franceses lo consideraron ejemplar y llegó a visitarlo el rey Fernando VII en 1808. Al final de su existencia, en la década de los 80, lo asumió el Instituto Municipal de Bienestar Social.
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