«Para resolver la lista de espera de la sanidad alavesa hay que cambiar el modelo»
En el 125 aniversario del Colegio de Médicos defiende la vigencia de estos organismos para que los gobiernos «no sean juez y parte»
Kepa Urigoitia afronta el ecuador de su quinto mandato al frente del Colegio de Médicos de Álava (ICOMA), que cumple 125 años. A su juicio, cumplirá otros tantos y más. Defiende los intereses de 2.000 galenos que ejercen tanto en la sanidad pública como en la privada y que, dice, tienen una enfermedad común: «La falta de profesionales».
– El ICOMA cumple 125 años. ¿Le ve correa como para otros 125?
–Se queda corta. Veo la necesidad de que perdure en el tiempo; los colegios profesionales son imprescindibles. No podemos dejar que la administración sea juez y parte. No debemos depender de decisiones políticas sino de ciencia, conocimiento, de entrega a la población...
– Hay partidarios de acabar con los colegios profesionales...
– Es algo que viene de muy atrás. Hay gente que les tiene miedo porque piensan que es un lobby que puede hacerles daño, cuando se ha demostrado que no ha sido así.
«Su situación es insostenible. Sale más caro un vino en Madrid que una consulta»
«Hay que prestigiarla; más que la puerta de entrada al sistema parece la gatera»
– ¿Qué es lo peor que podría pasar sin un colegio como este?
–Mire, le pongo un ejemplo. Ante el aborto o la eutanasia nosotros tenemos derecho a objetar y hubo un ministro que dijo que eso era como la desobediencia civil con las consecuencias correspondientes. Eso da una idea de adonde se podría llegar.
– Representa los intereses de más de 2.000 médicos alaveses. ¿Cúal es la enfermedad más común en la medicina alavesa?
– Algo que está siendo epidémico en este país y que es la falta de médicos. No es nuevo y responde a una falta de previsión.Es un problema al que no se hincó el diente en el momento oportuno y de aquellos polvos, estos lodos.
– ¿La falta de previsión es un quiste? Usted sostiene que en el futuro igual resulta que van a sobrar especialistas.
– Es que al ver ahora que hay un problema, decimos: 'hay que hacer facultades, hay que sacar más médicos'... De 28 facultades que había en 15 años se ha pasado a 49 y de sacar 4.000 egresados se ha pasado a 8.000. Sí, pero un egresado primero se está seis años en la facultad, después tiene un año de preparación del MIR como poco y le esperan cuatro o cinco años de especialidad. Sale a la circulación dentro de unos cuantos años y no solventa el problema actual.
– Vamos a ver, si salen ocho mil estudiantes de las facultades y la mitad no pasa el MIR. ¿Qué hacen? ¿Se tira a la basura una formación carísima de seis años?
– Es una preguntaa magnífica. Estamos hablando de que hay que importar médicos, de que en algunas comunidades se están haciendo homologaciones exprés sin especialidad y curiosamente aquí podemos prescindir de esos miles de médicos que están por ahí tirados y que tienen la licenciatura aunque no tengan la especialidad. Seamos racionales y hagamos algo con ellos. ¿Puedo permitirme gastarme un montón de dinero en la formación de unos señores para que luego no puedan ejercer la carrera? ¿Yo puedo permitirme que se frustren sus expectativas y que se desaproveche el potencial de tanta gente? Si yo empiezo una carrera tengo que empezar mi ciclo formativo desde el principio hasta acabar. Habría que garantizar que todo el que entra pueda salir con especialidad.
– Y esto ocurre cuando no se cubren las plazas de médico de familia porque no son atractivas para las nuevas generaciones.
– Lo primero que hace falta para que una plaza sea atractiva es prestigiarla y hablar bien de ella y tratarla como se merece. Si me paso el día hablando de las bondades de la medicina hospitalaria y a la de primaria la dejo ahí, que más que la puerta de entrada al sistema es la gatera y no la mimo y además la sobrecargo... ¿Cómo va a animar eso a los nuevos? Mire cómo ha cambiado la escala de valores dentro de la Medicina: el número uno del MIR de este año elige Dermatologíoa y dice que es porque ahí no hay guardias...
– Le he preguntado por la enfermedad más común de la medicina alavesa. ¿La más grave?
– Más que grave preocupante: la de la salud mental de los profesionales. Todo esto pasa factura. Los médicos ante todo somos personas y el covid ha dejado sus secuelas. Hemos tenido el congreso del 'Paime' (programa de atención integral al médico enfermo) y el número de 'mires' que se empieza a acoger al programa está creciendo. Suben la ansiedad y la depresión y además lo acusan más las mujeres médicas.
– ¿Y alguna incurable?
– Quiero ser optimista. No diría que tiene ninguna enfermedad incurable sino alguna a la que aún no se ha descubierto el tratamiento idóneo.
– El colegio representa a médicos de la pública y la privada. A estos últimos parece que a veces no se les tiene tan en cuenta, que son mas invisibles.
– A ver, dentro de la medicina a la privada siempre se le ha tenido en buen predicamento, pero en el aspecto en que esos profesionales son más invisibles es en el laboral. Llevan con las mismas tarifas desde que Viriato hizo la Primera Comunión. No ha tenido revalorización en 20 años y ahora por cada acto médico se cobran unas cantidades tan ridículas que unido a la responsabilidad y formación que requiere esta carrera hace que desde luego sea bastante insostenible. En Andalucía varias especialidades están en huelga. Sale más caro un vino en Madrid.
– Osakidetza recurre a la privada de manera intensa para acortar listas de espera. ¿Pagará mejor que los seguros low cost?
– Si con lo que tienes no puedes ampliar plantilla ni forzar más la máquina pero tienes unos señores que están esperando... ¿Desde cuándo la medicina privada tiene que estar satanizada si es un complemento de la sanidad pública necesario?
– Algo satanizada sí está. Hay quien considera que recurrir a la medicina privada es una renuncia.
– Oiga que a nadie se le obliga, se le oferta. Con capacidades finitas no hay prestaciones infinitas.
– ¿Lo de tirar de la privada para reducir listas de espera se acabará cuando pasen las elecciones vascas?
–...Los periodos preelectorales y los postelectorales no cabe duda de que son muy diferentes.... Problemas como el de la lista de espera y similares son hoy por hoy bastante difíciles de resolver con el modelo actual. Hay que replantearse modelos, desde la primaria hasta la hospitalaria. Hay que darle una vuelta pero hay que sentarse sobre todo no con gurús o no ver qué se me ocurre desde un despacho, hay que hablar con los profesionales viendo las soluciones que ofertan y haciendo algo que esta pandemia ha demostrado que es válido y que es que la organización hay que derivarla. Han sido los profesionales desde abajo de todos las categorías los que han ido respondiendo , decían 'necesito esto' y los de arriba eran facilitadores.
– ¿Hay que sacar la política de los hospitales?
– Cuando menos hay que rebajar el nivel de política actual.
– ¿Se imagina un/a sailburu de Salud que no sea del PNV?
– A ver, hay muchas cosas de la política actual que yo tampoco me esperaba.
– Usted se ha hartado de defender un tercer hospital para Vitoria. Lo del HUA ya no tiene vuelta atrás ¿Le encaja?
– Va encajando n los planes que van teniendo los políticos, para nada en lo que yo he defendido. Ni tampoco encajaba en las palabras de los politicos que decían que siempre iba a haber dos hospitales generales y esto es que vamos a tener uno general y uno de crónicos...
– Pues menuda jugada...
– Bueno el tiempo todo lo cura y la población todo lo olvida .
«Solo vemos la punta del iceberg de las agresiones»
– Llevan años denunciando un aumento de agresividad en los pacientes. ¿Alguna mejoría?
– Hemos pasado de que todo el mundo estaba asustado, incluidos los médicos, y todo eran aplausos en los balcones, a que en cuanto baja la pandemia, su mortalidad, la gente se empieza a tranquilizar. 'Bah eso es como una gripe, no hay problema' . Y donde antes te aplaudía ahora te critico y además te castigo no sólo verbalmente sino también físicamente. El mayor número de casos es por solicitudes no atendidas, por demandas insatisfechas.
– ¿Llegan muchas denuncias al colegio?
– Aquí sólo vemos la puntita del iceberg. Tenga en cuenta que cuando te agreden en la pública, en el lugar del trabajo, entra en funcionamiento la cadena del propio sistema vasco de salud y muchas veces incluso les desaniman a plantear denuncias, organizan actos de conciliación y eso se queda ahí. Ocurre en toda España; hay un montón de denuncias que recogen los propios sistemas de salud y que curiosamente no las sueltan.
– ¿Qué ha pasado para que de considerarles casi como dioses me plante en la consulta y les suelte un zurriagazo?
– Eso del médico como Dios era hace mucho, cuando la cultura de la mayoría de la población era muy inferior y basada en eso de que yo depósito en ti mi confianza y eso significa 'díme tú que tengo que hacer'. En este momento ha sido importantísimo el cambio cultural y el empoderamiento del paciente. Ahora es 'oiga usted me informa y yo tomo la decisión de lo que hacer'.
– Perdone la impertinencia, pero usted no es eterno. Es su quinto mandato en el colegio. ¿Le disputarán los jóvenes el puesto?
– Me gustaría recalcar que la juventud no está en la edad cronológica. Admiro ciertas culturas en que las personas mayores no solo son respetadas sino escuchadas, porque más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y sin embargo nosotros vivimos en una cultura que a partir de cierta edad se espeta y molesta lo de viejo.
