Ocho de los muertos en Álava se infectaron en una residencia de Vitoria
En el geriátrico de Sanitas han 45 internos han dado positivo. Hay cinco trabajadores contagiados y 25 en cuarentena
El coronavirus entró por la puerta de atrás en la residencia Sanitas del barrio vitoriano de San Martín el pasado 4 de marzo. Ese día uno de sus residentes dio positivo después de haber empezado a encontrarse indispuesto unas horas antes. El Covid-19 empezaba a asomarse por Euskadi, pero todavía no se había declarado la pandemia. En ese momento, Sanitas implantó varias medidas de prevención como una mayor limpieza y cumplir la distancia de seguridad de dos metros; después el Gobierno vasco decretó la «cuarentena» del centro el 8 de marzo. El virus había infectado a 22 internos y cuatro trabajadores.
Ahora los números son aún más preocupantes. Ya son ocho los usuarios fallecidos después de que otros tres perdiesen la vida este fin de semana, lo que suponía casi un tercio de los decesos relacionados con el virus en Álava con respecto a los datos ofrecidos por Osakidetza este martes. El número de contagios entre los internos se ha disparado hasta 45, según datos facilitados por el propio diputado general, Ramiro González. A esta estadística hay que sumarle cinco trabajadores contagiados, según fuentes cercanas al geriátrico consultadas por este periódico. Además, otros 25 empleados permanecen en cuarentena como medida de prevención.
Al parecer, el pasado domingo se realizó la prueba a diferentes usuarios, según familiares consultados, y fue el lunes cuando conocieron los resultados. Varios residentes se encuentran en Txagorritxu tras haber sido trasladados en ambulancia. Todos los que siguen dentro del centro están en cuarentena y se les mantiene aislados en sus habitaciones de forma individual, además de establecer una separación por bloques entre infectados y sanos. Sin embargo, se teme que la cifra de infectados continúe aumentando y que alguno de los mayores que ha dado negativo comience a presentar síntomas. ¿El motivo? Hasta que el Servicio Vasco de Salud decretó la cuarentena de las instalaciones, transcurrieron aproximadamente 24 horas en las que no se había aislado individualmente a cada usuario y se recibieron visitas externas. «No se ha realizado ningún tipo de seguimiento a las visitas que han podido estar en contacto con posibles positivos», critican algunas familias afectadas. «Los protocolos no han funcionado y la comunicación es nefasta. Tenemos que hablar con una centralita que tarda en responder y dan información con cuentagotas», abundan. Desde Sanitas aseguran que los familiares están informados constantemente del estado de los residentes y que se les permite contactar con ellos como poco cada 48 horas. «Están recluidos en una residencia completamente contaminada. Para ellos la parte afectiva es imprescindible», recalcan sus hijos y nietos. Piden, además, que a los mayores se les «active con ejercicios de movilidad» y agradecen a los empleados del centro «haberse volcado en su cuidado».
28 plazas forales
Un buen número de residentes volvió a sus casas después de detectarse el primer positivo. La Diputación alavesa tiene 28 plazas concertadas en este centro, y dos de los ocho fallecidos son usuarios derivados por el Instituto foral de Bienestar Social, admitió ayer el diputado general. Otros siete beneficiarios se encuentran hospitalizados y 15 están en el geriátrico infectados. Dentro de las instalaciones hay tres no contagiados, mientras que otro más se encuentra en su domicilio particular.
La plantilla trabajaba con guantes, mascarillas y gafas especiales. La comida la facilita una empresa externa.