Reducido en Txagorritxu por negarse a dejar a su pareja, sospechosa de portar el virus
Los sindicatos policiales critican al departamento de Seguridad por «no saber aplicar el protocolo»
La zona de Urgencias del hospital Txagorritxu se llenó en la tarde de ayer de coches patrulla de la Ertzaintza. Una pareja de vecinos de Vitoria originó el inusual despliegue. Al parecer, según relatan fuentes internas del centro médico, la pareja se presentó preocupada por los sospechosos síntomas que padecía ella, que relacionaron con los del Covid-19.
Los indicios convencieron enseguida a los facultativos de que había razones para aplicarle el protocolo. Sin embargo, se encontraron con un obstáculo inesperado. Su pareja sentimental se negó a abandonar a la mujer. Ante la imposibilidad de hacerle entrar en razón, los responsables de Txagorritxu solicitaron ayuda policial.
Al ver las patrullas, en vez de atemperarse, el hombre cogió un cuchillo y se atrincheró en una estancia. Fue necesaria la intervención del PRI (la Patrulla de Respuesta Inmediata, una unidad especializada para esta clase de altercados). Sus efectivos, fuertemente pertrechados, redujeron al alborotador, que acabó siendo evacuado a la planta de Psiquiatría del hospital de Santiago.
Desinfectar en Iurreta
Al cierre de esta edición se desconocía el resultado de las pruebas a la mujer. Eso sí, la furgoneta del PRI, así como sus tres ocupantes, tuvieron que desplazarse hasta la base de Iurreta para desinfectar tanto el vehículo como sus trajes.
Esta actuación ha conllevado un aluvión de críticas por parte de los sindicatos policiales por «la falta de medios» y «el desconocimiento a la hora de aplicar un protocolo de seguridad contra el coronavirus». Aparte de este altercado, horas antes hubo otro parecido con una interna de Zaballa trasladada al hospital vitoriano.
Críticas al Gobierno vasco
El primero en salir a la palestra fue Euspel. Esta asociación de ertzainas denunció que en el caso de la presa «se han negado a llevar mascarillas a los agentes actuantes que tenían que trasladar a interna sospechosa de portar el coronavirus. Hablamos de mascarilla de 16 centímos, se las han proporcionado los funcionarios de prisiones. Y al llegar a comisaría les han ordenado meter toda la ropa en bolsas y que se fueran a su casa».
Por su parte, desde Erne han señalado que «no saben aplicar el protocolo, que habla de quedarse a dos metros cuando los agentes tienen una intervención, mientras que la realidad es que los ertzainas tienen que forcejear con lo mejor de nuestra ciudadanía».
También ha hablado el sindicato Sipe. «Esto es lo que se considera como riesgo moderado para los ertzainas? ¿Qué esperamos, a que ocurra un caso de coronavirus en un ertzaina por falta de medidas preventivas?», subrayan desde esta central.