La recogida 'puerta a puerta' de basura orgánica se amplía para 2.240 vecinos de Rioja Alavesa
Samaniego, Yécora y Moreda se sumarán en 2026 a este sistema pionero en la comarca. Laguardia lo reservará sólo para la hostelería
Kripan y Elciego son los municipios alaveses que mejor tiran la basura. Su recogida selectiva alcanza el 87% y el 64% mientras que en el ... conjunto de Rioja Alavesa el dato apenas roza el 35%. El porcentaje ha mejorado en los últimos años y ya se mezclan un 7% menos de residuos. Aun así, la comarca todavía tiene los registros «menos favorables» del territorio en cuanto a separación de desperdicios, según se indica en las estadísticas más recientes que maneja la Diputación de Álava, que se actualizarán en las próximas semanas con las cifras de este ejercicio.
Pues bien, ese importante contraste tiene una sencilla explicación. Los vecinos de esos pueblos riojanoalaveses cuentan desde 2021 y 2022 con un sistema exitoso de recogida de orgánico a domicilio que termina en sus propias composteras en vez de en grandes plantas de reciclaje. Esa forma de deshacerse de los desperdicios todavía supone un reducto en la provincia, pero lo positivo de esa apuesta, pionera en Álava y sólo precedida en Euskadi por las iniciativas de Gipuzkoa, es que no acabará ahí.
Después de extenderse este mismo año a Lanciego y Elburgo (en Llanada Alavesa), continuará ampliándose y llegará «entre finales de este año y principios de 2026» a 2.248 vecinos más de Samaniego, Yécora, Moreda de Álava y Laguardia. Con un matiz: la villa medieval se reservará este modelo en exclusiva para la hostelería, uno de los sectores que más desechos orgánicos genera.
Kripan y Elciego fueron los pueblos pioneros que en 2021 y 2022 arrancaron con este sistema
Para esa nueva implantación del modelo 'puerta a puerta', la Cuadrilla de Rioja Alavesa destinará 282.340 euros que pagará con fondos europeos a las empresas Abaser Servicios y Arrizabal Elkartea. La primera de ellas ya ha empezado con la construcción de zonas de compostaje comunitario, que se repartirán por las distintas localidades con dos tipos distintos de espacios. Por un lado, los desperdicios que se recojan en los hogares se desplazarán con un vehículo eléctrico a una zona a la que sólo tendrán acceso los trabajadores. Mientras que habrá otros espacios que requerirán una tarjeta que servirá de llave y que se abrirán para la ciudadanía.
De esta forma, si el camión no pasa por la puerta de sus casas -sólo lo hará dos días a la semana- los particulares que quieran reciclar podrán acercarse a esas composteras en las que los restos de comida se convierten en abono.
El contenedor gris, cerrado
En realidad, esos depósitos, recalca Txema Elvira, presidente de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, existen ya en toda la comarca, a excepción de Villabuena de Álava. Pero al ser una acción voluntaria, los resultados no son tan positivos. Y es que a esos desperdicios los residentes deben añadir capas estructurantes hechas con restos de poda. Cuanto más se aporta, más vida y temperatura coge hasta fermentar. Los líquidos se drenan y, tras unos meses, va quedando un residuo seco apto para abonar huertos y jardines que antes se comprueba que esté libre de bacterias.
La cantidad resultante de ese proceso, claro, no es tan impresionante. «Con la recogida domiciliaria, sin embargo, se obtienen toneladas de orgánico», defiende Elvira, que está en la carrera por cumplir la ley 7/2022 que marca que para 2035, en sólo una década, la recogida diferenciada deberá ser la mitad.
Éste podría ser el impulso definitivo. Principalmente porque la recolección domiciliaria será «obligatoria» y también porque el quinto contenedor, el gris, se cerrará. «Es que no funciona», incide el presidente de la cuadrilla, sabedor de que allí se mezcla la materia orgánica con papeles o envases que deberían haber sido separados en origen.
En 2035 la mitad de los residuos deberán estar bien separados. La cuadrilla se sitúa en el 35%
Los vecinos y hosteleros sensibilizados con el medio ambiente de Samaniego, Yécora, Moreda de Álava y Laguardia serán los que hagan ahora ese labor. Cuando se ponga en marcha esta recogida, en los ayuntamientos entregarán un 'kit' de reciclaje que incluirá un pequeño cubo de basura marrón.
Ese será el que deberán de sacar dos días a la semana a la puerta de sus casas para que los operarios descarguen los restos de fruta, verdura, carne, pescado, cáscaras de huevo, flores, hojas secas, restos de césped, café, infusiones, corchos o trozos de servilleta. En Kripan, por ejemplo, esos desplazamientos están programados los lunes y los jueves y en Lanciego, en cambio, los martes y los viernes.
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