«Las ratas se comen el cableado eléctrico y nos quedamos sin luz cada dos por tres»
El Ayuntamiento de Vitoria estudia la denuncia de vecinos del barrio de Ariznabarra tras «encontrar mordeduras» en las instalaciones
. Los continuos apagones en Ariznabarra tienen un culpable común:las ratas. Vecinos de este barrio llevan tiempo alertando al Ayuntamiento vitoriano sobre estos contratiempos ... en la vía pública que de pronto, sin motivo aparente, se queda a oscuras. Sin embargo, el origen se encuentra bajo tierra. «Tras varias inspecciones realizadas en la zona se encontraron mordeduras de roedores en el cableado», esgrimieron desde el Consistorio a la asociación vecinal Gazteluak. Y esto, continúan, «hacía saltar los diferenciales en los cuadros».
La respuesta arroja luz sobre el problema, a la espera de encontrarle una solución definitiva. Fuentes municipales informan a este periódico que los técnicos ya se encuentran trabajando el caso, un inconveniente que suele ser habitual en las ciudades. «Hace falta solventar el problema porque nos quedamos sin luz en la calle cada dos por tres», señalan los residentes, que fijaron en el mapa las arterias Castillo de Ocio y Ariznabarra, pero que extienden a otros puntos del distrito.
La contestación municipal aviva la preocupación que hay en el barrio con las ratas. Los vecinos se quejan de la proliferación de los roedores. Y apuntan a una zona en concreto, los altos arbustos que hay en las calles Castillo de Ocio y Castillo de Guevara. Censuran que esta vegetación se ha convertido en el «hábitat» de los animales porque «no está cuidado y se acumula la basura». Y creen que este foco podría estar alimentando el aumento de roedores en la zona, donde los apagones de luz se repiten. «Pedimos que se corten los arbustos y se controle su crecimiento», comentan. El escenario es parecido en las confluencias de la Avenida del Mediterráneo y Cruz Roja, en Zabalgana.
Esta situación no es nueva. Hace cuatro años el Ayuntamiento sustituyó por césped algunos parterres de bambú de Salburua y creó caminos en otros para facilitar su limpieza tras las críticas vecinales. La actuación afectará a los paseos de Berlín, Atenas y Estrasburgo y a la calle Viena, donde los vecinos habían protestado también por la presencia de ratas. No obstante la situación era aún más crítica, ya que las plantas llegaban a alcanzar más de un metro de altura.
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