La primera fase del desmantelamiento de Garoña supera el 10%

Según confirmaron fuentes de la empresa pública que gestiona el fin de Garoña, ayer mismo se produjo el traslado del quinto contenedor con fuel de los 49 que hay que extraer de la planta burgalesa. Si todo sigue según lo previsto, estas primeras labores de vaciado terminarán en 2027.

Los contenedores que se están extrayendo de Garoña se trasladan a un almacén temporal individualizado (ATI) en el que permanecerán durante medio siglo. Esta fase, pese a ser sólo la primera, es de largo la más importante. Al combustible de la piscina del reactor nuclear se le atribuye el 99% de la radiación.

Una vez pasen los 50 años que deben permanecer allí, en 2073 los residuos radioactivos de Garoña serán trasladados a un almacén geológico profundo. El plan de hacer un gran cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca) fue descartado por el Gobierno central, de modo que cada central debe gestionar sus residuos.

En paralelo, Enresa piensa ya más allá del combustible. El pasado 8 de marzo la empresa pública adjudicó las obras para levantar un almacén de grandes piezas desclasificables y de un edificio para albergarlas en Garoña. La constructora burgalesa Copsa será la encargada de hacer los trabajos, que tendrán un coste de 2,5 millones.

Desde que se formalice el contrato, la adjudicataria tendrá 13 meses para redactar el proyecto constructivo, acometer la construcción, realizar las pruebas previas a su puesta en servicio y redactar un dossier final.