Una inyección de calma

En La Florida echan raíces ejemplares tan exóticos como el ginkgo biloba, pero no uno cualquiera sino el más alto y viejo de la ciudad. El ejemplar, conocido como 'árbol de las pagodas' por su origen oriental, es casi una reliquia, un fósil viviente, y marca el 'skyline' del parque aunque a veces pase desapercibido entre la maraña verde. Entre sus peculiaridades aparece, en este caso, el género, pues se trata de un ginkgo hembra y da frutos. Su periodo de fertilidad suele pasar de los mil años.

Como en una película de ciencia ficción se siente uno al pisar el monte en Albaina. Los restos de una explotación minera han transformado una de sus laderas «en un auténtico paisaje lunar». El viaje hasta este peculiar espacio en mitad del pueblo enclavado en el Condado de Treviño, aconsejan desde Raíces de Europa, se puede aprovechar para descubrir de paso la ermita del Granado, una pequeña iglesia románica que sirvió de parroquia del actual despoblado.

El creador del Palacio foral, Martín Saracíbar, diseñó en el siglo XIX este cementerio que está considerado uno de los más bonitos de Álava y es uno de los rincones que se pueden descubrir estos días. Entre sus rejas destacan el mausoleo neogótico de los Murga, una de las estirpes más acaudaladas de la zona, rematado por cuatro esculturas de mármol de Carrara, o el panteón de la familia Garay.