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Campos de cultivo donde algún día se levantará el VIAP alrededor del aeropuerto de Foronda. Igor Martín

El Plan General de Vitoria retrasa el polígono de Foronda otros «cinco» años por los trámites

La reserva de suelo para el VIAP no está sectorizada. «Se ha perdido la oportunidad de dar un verdadero impulso al proyecto», dice Sprilur

Jueves, 20 de febrero 2025, 00:21

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El 'macropolígono' aeronáutico de Foronda vuelve a los hangares de los proyectos que se eternizan 14 años después de que se anunciara. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Vitoria apuesta por este parque conocido como VIAP por sus siglas en inglés pero con un farragoso hándicap urbanístico. Clasifica como suelo urbanizable para actividades económicas los 341.310 metros cuadrados entre la carretera A-3302, el río Zaia y la autovía A-1, pero esas parcelas no están sectorizadas, según se recoge en el documento aprobado de manera provisional la pasada semana. Es decir, que para que el VIAP sea una realidad antes se debe redactar un plan de desarrollo que detalle las condiciones de su transformación, como qué infraestructuras debe tener el parque, los viales, los usos de cada parcela, las redes básicas... Necesita los votos de la mayoría del pleno y se somete a alegaciones, informes de URA y declaraciones de impacto ambiental. Los urbanistas hablan de un procedimiento que se prolonga «años».

  • 2011 fue el año en el que se presentó el proyecto de la mano de Gobierno vasco, Diputación alavesa y Ayuntamiento. Más tarde se incorporó Aena.

  • 60 millones de inversión Es lo que se presupuesto entonces el coste total derivado de la compra de suelo, las obras de viales, los trabajos hidráulicos, la urbanización y la construcción del polígono en sí.

  • 2,7 millones tiene consignados Sprilur para seguir comprando suelo. Asegura que irá adquiriendo terrenos «paulatinamente» y anuncia un acuerdo con las juntas administrativas del entorno para que puedan usar esos suelos para sus cultivos mientras no esté en marca la urbanización del polígono.

«Cinco» si se tiene en cuenta lo escrito en 2023 por los técnicos forales que redactaron las alegaciones del Departamento de Promoción Económica al planeamiento que sienta las bases de desarrollo de la Vitoria de la próxima década. «Estos suelos deben ser objeto de un plan de sectorización cuya tramitación es la misma que la de un PGOU. En la práctica ello obliga a esperar no menos de 5 años (en el mejor de los casos partiendo de las base de que contenga una suficiente pormenorización que evite la tramitación de un posterior plan parcial) para habilitar los suelos y actuar sobre ellos». Pedían cambiar «el paradigma» del suelo. «Debe estar en situación rápida cuando no inminente posibilidad de gestión y efectiva urbanización». Pero no ha sido así.

Nunca antes de 2030

En resumen. El VIAP (Vitoria International Air Park), un proyecto del que las instituciones llevan hablando desde 2011 no será posible en el mejor de los escenarios antes de 2030. La razón estriba en la necesidad del Ayuntamiento de Vitoria, que gobierna la coalición PSE-PNV desde hace una década, de dar prioridad a la expansión de Mercedes, Michelin y Basquevolt, lo que ha dejado casi intacto el resto de suelo industrial con el apoyo de Elkarrekin, contrario además a la construcción de un dique en el río Zaia, como contempla el proyecto del parque aeronáutico. Ampliar los polígonos suponía trámites que iban a aplazar el Plan General y por tanto demorar sine die esos tres proyectos considerados «estratégicos» para la capital alavesa.

Por esperar a ver por dónde avanzaba el planeamiento de Vitoria, municipio sobre el que se asienta Foronda, la Sprilur, la sociedad de promoción y gestión de áreas empresariales y polígonos industriales que depende del Gobierno vasco, ha ido aplazando año tras año la compra de suelo en esos terrenos.

En su plan de inversiones 2022-2024 tenía reservados 2,7 millones de euros a adquirir los terrenos del VIAP tras los 150.000 que compró en 2019 (el proyecto inicial marca que es propietaria de 466.416 metros cuadrados). Ahora, sus portavoces aseguran que «el objetivo que nos marcamos es el de la adquisición paulatina de terrenos que aún no son de nuestra propiedad».

«En la buena dirección»

El anuncio llega no sin un tirón de orejas al Gabinete Etxebarria. Si esos suelos estuviesen sectorizados, dicen sus portavoces «se habría agilizado notablemente la tramitación urbanística pendiente y acelerado la posterior entrada en fase de obras». Por lo tanto, agregan, «si bien caminamos en la buena dirección, se ha perdido una oportunidad para avanzar y dar un verdadero impulso al proyecto».

La sociedad asegura que trabajar con las instituciones que impulsan el VIAP –Ayuntamiento, Diputación, Gobierno vasco y Aena– «para alcanzar los acuerdos/consensos que se requieren para que se haga realidad en el futuro más cercano posible».

De paso, brinda su «total disposición» para alcanzar acuerdos para que los pueblos que rodean al polígono puedan seguir haciendo uso agrícola de los terrenos. «Desde la Diputación Foral de Araba a través del oportuno convenio suscrito con Sprilur, se sigue trabajando con las juntas administrativas para hacerlo posible a corto plazo».

Sólo avanza la carretera de Estarrona, primer paso para levantar el VIAP

Cuando surgió la idea de hacer el 'macropolígono' aeronáutico el reto era que Foronda «evolucionase» y además de ser una infraestructura dedicada al transporte de pasajeros y carga fuese nudo de actividad económica. Con un parque a su alrededor en el que tendrían cabida desde empresas de I+D+i del sector aeronáutico hasta fabricantes de piezas para aviones. Según se recoge en el proyecto VIAP, que todavía está colgado de la página web de Sprilur, se asentará sobre una superficie cercana al millón de metros cuadrados, aunque el polígono solo ocupará la tercera parte. La inversión inicial prevista era de 60 millones de euros incluidos la compra de suelo, las diferentes obras de acondicionamiento, la reforma del vial de acceso, los trabajos de defensa hidráulica y la urbanización.

Antes de llegar a ese momento de levantar pabellones, el plan se encontraba con dos condicionantes. Había que hacer de la mano de la Agencia Vasca del Agua URA y con el plácet de la Confederación Hidrográfica del Ebro una «obra de defensa hidráulica» para proteger al aeropuerto «de las inundaciones periódicas» que se producen en la zona como consecuencia del desbordamiento del río Zaia.

Se trata de la famosa mota o muro, más conocido como el dique, que ha motivado la oposición frontal de los pueblos afectados y de los ecologistas, que incluso han ganado sentencias. Aunque los promotores del VIAP insisten en que el muro se hará y que cuenta con todos los permisos pertinentes, no se tienen noticias del inicio de los trabajos.

El otro condicionante era la reforma de la carretera A-3302, a la altura de Estarrona, antesala de la construcción del polémico dique y cuyas obras estarán concluidas esta primavera. Tras una inversión de 4,7 millones de euros, de los que 1,3 corren a cargo de Sprilur, la Diputación alavesa interviene en 1,7 kilómetros de carretera hasta la intersección con la A-3606. Además de generar arcenes y evitar lo formación de balsas, se ampliará la capacidad hidráulica del nuevo puente que se instalará sobre el río Zaia. Se dejará preparada la intersección con el futuro parque aeronáutico.

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