El plan comercial del Ensanche concentrará la oferta hostelera en la calle San Prudencio
Sus promotores abren la puerta a la llegada de bares, etnotecas o delicatessen y negocian ya con los propietarios de una pastelería local
Iosu Cueto
Domingo, 24 de febrero 2019, 01:50
Una calle San Prudencio para chuparse los dedos. Con un animado poteo, deliciosos pintxos, dulces artesanos y copas 'cool'. Estos son algunos de los ... reclamos que planean por la céntrica calle dentro del proyecto comercial liderado por Juan María Uriarte a través de la empresa Urteim. Según ha podido saber EL CORREO, la promotora quiere aprovechar varios de los locales que reforma en el tramo comprendido entre Dato y Fueros para «crear un frente gastronómico» en la arteria. De hecho, la firma negocia ya con los propietarios de una pastelería artesana de la ciudad que se han interesado por llegar a la manzana.
La apagada calle San Prudencio, que pide a gritos una segunda oportunidad, aspira por tanto a recuperar su tirón hostelero. La zona empezó a desperezarse con la apertura de La Escotilla (2016) y El Berenjenal (2018), dos animadas tabernas ubicadas en el tramo comprendido entre San Antonio y Dato. El paso definitivo para que la arteria se convierta en el lugar de moda podría llegar a través del proyecto comercial que afecta al segundo tramo, donde sus promotores manejan un amplio abanico de opciones.
Variedad
Todo dependerá de las ofertas que se presenten, pero no se descarta prácticamente nada. Desde bares o cafeterías a restaurantes, pasando por «una etnoteca, una delicatessen o una pequeña frutería o tienda de alimentación». Evidentemente, esto facilitaría el desembarco de negocios locales. De momento, diversas fuentes aseguran que a pesar de las especulaciones «no hay nada firmado».
El plan de Urteim consiste en crear una zona comercial con parking en el patio de manzana de San Prudencio, Dato, General Álava y Fueros, en pleno 'cogollo' vitoriano. La intención de Juan María Uriarte es que la antigua 'milla de oro' recupere su esplendor por difícil que parezca. Para ello, el empresario se ha hecho con paciencia con numerosos locales en esta vecindad con la intención de agruparlos para crear superficies comerciales a demanda, todo un reclamo para las franquicias acostumbradas a dejar su huella en los centros urbanos. Las obras arrancaron el verano pasado pero el número de establecimientos y su superficie sigue siendo una incógnita dado que dependerá del desarrollo de las negociaciones.
Lo que es seguro es que no habrá supermercados -algo que el Ayuntamiento había solicitado al empresario antes de empezar a tramitar los numerosos cambios urbanísticos que exige el plan-, que todos los establecimientos se comercializarán en régimen de alquiler y que tendrán fachada a la calle. Es decir, no habrá galerías internas como las de Dendaraba.
Mejoras
Las obras en la manzana avanzan pero todavía queda más de un año -primavera de 2020- para que los operarios la abandonen tras una intervención liderada por el arquitecto Adrián Lasquibar y ejecutada por la constructora Ugaval. Los responsables de la promotora Urteim se han hecho cargo de reformas a petición de los vecinos de la manzana. como la renovación de parte de la red de saneamiento y de algunas fachadas interiores deterioradas. También se han reforzado las estructuras de los edificios y se ha intervenido contra la carcoma.
Las reservas que rodean al proyecto comercial han disparado todo tipo de especulaciones acerca de las posibles cadenas que podrían llegar a la manzana, aunque a día de hoy todavía se esperan las primeras confirmaciones. Este periódico ha publicado en los últimos meses que el plan de Uriarte ha despertado el interés de firmas tan potentes como Fnac, McDonald's, Inditex -que controla Zara, Pull&Bear y Massimo Dutti, entre otros rótulos de moda-, Primark o H&M.
La fase de derribos finalizará en primavera
La fase de derribos en la manzana de San Prudencio -que incluye la demolición del lateral del Garaje Álava que daba a la vieja piscina que utilizó el Club Natación Judimendi- finalizará «en primavera», es decir, en el plazo previsto.
Fuentes conocedoras del proyecto agregan que, al mismo tiempo, la reforma de los locales comerciales avanza «a buen ritmo». Las labores pendientes tienen que ver con las soleras, el pintado de paredes y techos, la limpieza y la red de saneamiento. Se entregarán vacíos, como locales de obra, y si un empresario quisiera ocupar uno para adaptarlo «podría hacerlo ya sin problema. Solo tendría que pedir la correspondiente licencia».
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