El puente romano de Assa pierde un ojo por la crecida del río Ebro

Después de «décadas» denunciando la precaria conservación del puente de Mantible, que comunicaba la localidad de Assa (Lanciego) con El Cortijo (Logroño), los vecinos contemplaron cómo sus peores augurios se hacían realidad el domingo. A eso de las ocho de la noche, la fuerte crecida del río Ebro se llevó por delante el arco situado en su margen derecha, la riojana. «Llevamos años pidiendo que se haga lo oportuno para mantener este patrimonio», asegura Arancha Bargo, coordinadora de la Asociación de vecinos El Cortijo que protesta desde hace tiempo por el mal estado de la estructura de piedra. Bargo censura que «ayuntamientos de distinto signo han hecho caso omiso y ha sido ahora, cuando la Corporación de Logroño había iniciado la licitación de las obras, el momento en que se ha producido el derrumbe» del viejo puente.

A pesar del desmoronamiento, los vecinos de El Cortijo seguirán reclamando la reconstrucción del ojo hundido por las aguas bravas del Ebro. «Nuestra intención es que se rehagan los seis originales en madera con una pasarela superior para peatones y ciclistas, de manera que se mantenga la conexión peatonal entre Álava y La Rioja», añade Bargo. El enlace permitiría recuperar el antiguo Camino de Santiago que atravesaba Álava para llegar a tierras riojanas a través de este paso sobre el río.

El origen del puente de Mantible o de Assa no está claro. Algunos investigadores lo datan en época romana, en el siglo II, y otros opinan en cambio que es medieval. Divide su trazado entre Álava y la Comunidad de La Rioja. En la parte alavesa ya se han realizado obras de consolidación de la estructura arcaica y en varias ocasiones se ha contemplado la posibilidad de que la Diputación invirtiera en la recuperación de este Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento Nacional desde 1983.

La rehabilitación de este entorno se plantea como un recurso turístico de primer orden y la Diputación foral se ha mostrado dispuesta a colaborar con las instituciones riojanas para poner en valor un patrimonio histórico que bordea el Camino del Ebro GR-99.

Los responsables del Ayuntamiento de Logroño, que ayer visitaron la zona donde se produjo el derrumbe del domingo, piden disculpas por el «fracaso» que ha llevado a la situación actual, según explican Adrián Calonge y Rubén Antoñanzas, concejales de PSOE y Partido Riojano, respectivamente, los que gobiernan en el Ayuntamiento de la capital.

El derrumbe se ha producido justo cuando la Corporación acababa de iniciar la contratación de las obras para restaurar la zona recién colapsada. La inversión prevista ascendía a 700.000 euros. Las obras se iban a centrar en la restauración del pilar que sujetaba el arco y el sellado de una enorme oquedad detectada en el nivel subacuático. La pretendida restauración iba a impedir que el arco siguiera perdiendo las piedras de sillería con que está construido, que es uno de los problemas que habían detectado los vecinos hacía ya años.