A picotazo limpio en la «selva» de Gamarra

«Estaba peor ayer», aseguraban los miembros de la familia Cancho-Miñano, que disfrutaban del almuerzo en una de las mesas habilitadas cerca de la pileta olímpica. «Con la tormenta se ha ido todo el polen y la hierba se ha quedado más aplastadita», decían intentando destacar el lado positivo a la situación, ya que son abonados de todo el año y Gamarra ha sido su lugar de confianza cada verano. «Entendemos la huelga, pero esto en dos semanas más no va a haber quién venga», se quejaba uno de ellos. Durante las últimas semanas incluso se han cometido varios robos porque «con la maleza no les ves». En su listado de quejas también incluyen a los mosquitos, que «te comen vivo».

Y es que la proliferación de insectos empieza a ser una de las mayores preocupaciones entre los abonados y los trabajadores de las instalaciones. En el botiquín comentaban que desde la apertura del parque habían tenido que atender a más usuarios por picaduras de mosquitos, abejas y otros insectos que en veranos anteriores.

Jesús e Izei, su nieto, daban fe de ello y acabaron encima de un hormiguero cuando buscaban un hueco para descansar entre la maleza. «Esto se asemeja más a una selva que a una piscina municipal. Parece que va a salir un león en cualquier momento», protestaba el aitite. «Se nota que han renovado cosas desde el año pasado, pero no se pueden disfrutar con todo este lío», lamentaba ante la mirada del pequeño.

Para Janice y sus amigas, el estado de los jardines también les resultaba «un poco incómodo». ¿La solución? Madrugar, pese a ser fin de semana, para poder echar la toalla antes que el resto en una de las zonas con menos vegetación. Ellas eligieron el área entre el botiquín y la 'familiar', que estaba muy codiciada entre los visitantes. «Volveremos porque para cuatro días buenos que hace en Vitoria, hay que disfrutarlos», bromeaban.

Muchos visitaron Gamarra por primera vez en la jornada de puertas abiertas de este sábado. Se repetía después de la grata experiencia de 2024, cuando el recinto celebró su 60 aniversario. Además, coincidía con las distintas finales de la Liga Vasca de Rugby, que se concentraron en el campo del Gaztedi con carpas y un excelente ambiente. Aitana, Katerina y Mohamed visitaban por primera vez el parque municipal. «Fuera de temporada hemos venido a hacer algún asado, pero las piscinas estaban cerradas. Nos parece un espacio muy familiar. Volveremos cuando haga calor y esperemos que ya esté cortada la hierba», destacaba la familia.