Sergio González | Presidente de la Comisión de Blusas y Neskas

«No permitiremos que haya una sola neska que se sienta incómoda»

- ¿No hay demasiados blusas y neskas? Más de 5.000 entre los suyos.

- Hay cuadrillas sobredimensionadas a las que de alguna manera el número se les ha ido de las manos. Tanta gente crea problemas organizativos, logísticos... No sé cómo se puede llevar una con 300 personas. En la mía somos como la mitad.

- ¿A qué atribuye el boom?

- El antes y el después en las cuadrillas lo marca el coronavirus. Como si todos decidiéramos disfrutar del presente porque no sabemos qué deparará el futuro. También ha influido el trabajo. Las empresas ya no cierran todo agosto, lo mismo que las vacaciones. Muchos se quedan la semana de La Blanca y luego marchan. Los jóvenes se quedan más por fiestas.

- La juventud se está haciendo con el dominio de las cuadrillas.

- El boom ha traído muchos chavales, muchas neskas que desplazan a los veteranos y modifican costumbres. Hay que adaptarse a la modernidad festiva.

- ¿Queda trabajo en el ámbito de la igualdad?

- Se ha avanzado muchísimo, pero aún queda bastante. Todos tenemos que disfrutar a tope en armonía y tolerancia, sin exclusión por ideología, sexo o color, y erradicar por completo comportamientos machistas, agresiones, violencia verbal....

- Las mujeres reclaman más.

- La Comisión no va a permitir que haya una sola neska que se sienta incómoda en su cuadrilla por una canción, un comentario, un gesto... Lo vamos a erradicar. La gente debe saber que tenemos nuestras armas y que no nos temblará el pulso.

- El último Día del Blusa, los paseíllos se hicieron eternos. ¿No se pueden abreviar?

- Los paseíllos se hacen largos y hasta puede que tediosos sólo el 25 de julio y el 5 de agosto cuando salimos a la calle miles de blusas y neskas. Los demás días cae la afluencia. Ahora bien, gustan a la gente porque se agolpa en las calles. Veremos si algún día se cambian los itinerarios; de momento, no. Creo, además, que cada vez hay menos alcohol en los paseíllos, que la gente no va tan desfasada como antes. En eso estamos.

- Un año más, la división persiste en las cuadrillas. ¿No hay manera de que se pongan de acuerdo por un fin común?

- Si por la Comisión fuera, la unificación sería ya un hecho. Unidos seríamos más fuertes. No tiene ningún sentido seguir separados. Somos lo mismo.