Peces en el desierto del Sáhara. Un corto promovido en Vitoria estrena su palmarés en Zinebi
El documental 'Sólo son peces', dirigido por Ana Serna y Paula Iglesias se ha llevado el Gran Premio del Cine Español en el festival bilbaíno
«La mayoría de gente se sorprende mucho cuando le hablas de la cría de peces en el desierto». Lo dice una mujer en ... medio de ese gran océano de arena de Argelia mientras sujeta una caña de pescar y da vueltas a la manivela. La escena parece una ensoñación, pero forma parte de un documental. Ella es una de las tres protagonistas de 'Sólo son peces', dirigido por Ana Serna y Paula Iglesias, que se ha llevado el Gran Premio del Cine Español en Zinebi.
Así se estrena en el circuito audiovisual la producción que cuenta la historia de Teslem, Dehba y Jadija y su piscifactoría en pleno desierto. Se trata de un filme que ha sido posible gracias a un proyecto surgido en Vitoria, el concurso Saharaz Blai, promovido por la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD de Álava. El premio iba destinado a realizadores con las mejores propuestas sobre el abastecimiento de agua en Sáhara.
«La idea de hacer proyectos así, que mezclan sensibilización, arte y juventud, es una línea que la asociación trabaja desde hace años», comenta la productora Olatz Alonso. El premio del certamen Saharaz Blai, que recayó en Iglesias y Serna (Alborde Films), es el germen de este corto. Consistía en un viaje a la zona, la estancia y la oportunidad de rodar cerca de los campamentos de refugiados. Fue en sus alrededores donde se registró 'Sólo son peces', una cinta de 17 minutos. «Desde la asociación nos dieron completa libertad para realizarlo», señala Rosas.
Localización y rodaje
¿Peces en el desierto? ¿Quiénes eran las artífices? De esa curiosidad nace el acercamiento a las protagonistas, cuyas reflexiones y vivencias llenan la pantalla. «Son tres biólogas que estudiaron la especialidad en Argel porque una vez que acaban Primaria y Secundaria, se tienen que marchar de los campamentos. Y lo curioso es que la mayoría vuelve para llevar sus conocimientos a la comunidad», resume Iglesias. Primero pasaron tres semanas en la zona, en busca de localizaciones. Fue una toma de contacto, «crear un ambiente de confianza para entender qué les gustaría comunicar». Al poco volvieron ya para pasar otra semana dedicada al rodaje.
- Allí se pueden alcanzar los 50 grados en verano. Las tormentas de arena destruyen el invernadero que protege a los peces del frío de la noche. ¿Cómo se mantienen en una zona desértica?
- Es difícil. No deja de ser una simbología de lo que es la situación propia del pueblo saharaui. Aunque tengas una piscifactoría con la que aparentemente puedes ser más autónoma, el alimento de los peces y la infraestructura que lo sostiene viene de Argelia. Lo que quisimos reflejar es que al final no hablamos de peces. Al final estamos hablando de esa situación.
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