Los peajes sacan de las carreteras de Barazar y Orduña a uno de cada cuatro camiones
Registran el paso de 668 vehículos pesados menos cada día desde enero, muchos «captados» por la AP-68
Ayer se cumplieron seis meses desde la entrada en funcionamiento de los peajes para camiones instalados en las carreteras que unen Bilbao y Vitoria por ... los puertos de Barazar y Orduña. Los tramos vizcaínos de la N-240 y la BI-625 fueron las primeras vías convencionales elegidas por la Diputación para poner en marcha un plan encaminado a reducir la circulación de vehículos pesados en entornos urbanos y rurales. El objetivo es limitar el impacto ambiental y el riesgo de accidentes en la red viaria.
Como medio año es ya un plazo razonable para empezar a sacar conclusiones, el Departamento foral de Infraestructuras que lidera Imanol Pradales ha echado cuentas. Un informe encargado a la ingeniería Sener al que ha tenido acceso EL CORREO confirma que uno de cada cuatro camiones ha dejado de circular por la N-240 y la BI-625 desde comienzos de año. Son 668 vehículos pesados de media al día. Buena parte de ellos -el estudio no concreta la cifra- habrían sido «captados» por la AP-68, que sirve para realizar el mismo recorrido. La Autopista Vascoaragonesa también es de pago, pero mucho más cómoda y segura.
Lo cierto es que el tránsito de camiones por las carreteras del territorio viene reduciéndose paulatinamente durante el último lustro. En lo que se refiere a las dos vías que la Diputación está monitorizando, desde 2019 la cifra de vehículos pesados que utilizan la carretera de Barazar ha descendido un 62%, y la de Orduña, un 44%.
Traducido a números concretos, significa que por la N-240 pasaban hace cinco años una media de 2.008 camiones diarios y actualmente la utilizan 746. En el caso de la BI-625, registraba el tránsito de 1.537 vehículos pesados cada jornada y ahora mismo son 857. En ambos casos el porcentaje que suponen los camiones respecto al tráfico total que usan las carreteras ha bajado por primera vez en la historia del 10%.
Las razones que explican este nuevo panorama son varias. La primera es que la pandemia ha supuesto un punto de inflexión también para lo que ocurre en las carreteras. Las cifras de circulación pre-covid siguen sin recuperarse. Hay menos coches en general por el auge del teletrabajo y, en mucha menor medida, por una creciente conciencia ambiental que anima a compartir viaje o a usar el transporte público. En el caso de los camiones, las sucesivas crisis socioeconómicas generadas por la alerta sanitaria y la invasión de Ucrania han rebajado notablemente el tránsito diario. Los peajes están siendo la guinda en la N-240 y la BI-625.
El estudio de Sener ha comparado los datos de tráfico de ambas carreteras a mediados de enero con lo que ha venido pasando los siguientes meses, ya con el canon en vigor. Los camioneros pagan una cuantía u otra en función del número de kilómetros transitados. Concretamente, se han recabado datos de una veintena de jornadas entre enero y junio. 18 de esos días han sido miércoles.
La conclusión a la que llega el análisis solicitado a la ingeniería por el Ejecutivo foral para testar el impacto del nuevo sistema de pago es que la disminución de camiones es «significativa» en la carretera de Barazar, y «no tan drástica pero sí notable» en la que conecta con Orduña.
La reducción de pesados es «significativa» en la N-240 y «no tan drástica, pero notable» en la BI-625
Cuanto más lejos, menos uso
La medición refleja que solo desde que se ha activado el canon por la N-240 han dejado de pasar 410 camiones diarios de media, lo que supone un descenso del 30% respecto a comienzos de año. Los arcos situados en el propio alto de Barazar y su entorno -Zeanuri, Areatza y Otxandio- son los que mayores bajadas registran. ¿Por qué? Cuanto más cerca de Bilbao más probabilidades hay de que los pesados se queden en algún polígono industrial.
En lo que se refiere a la BI-625, registra la circulación de 249 camiones menos cada día de promedio. Significa un retroceso del 22,6% respecto a las primeras semanas de enero. Igual que en la N-240, los controles más alejados de la capital son los que más tránsito pierden: un 43% en Arrankudiaga y Bakiola, y una media del 31% en Ugao-Miraballes y Arakaldo.
Aunque no aporta datos, el estudio augura que una parte de los camiones 'desaparecidos' de las carreteras convencionales utilizan ahora la Autopista Vascoaragonesa para entrar y salir de Bizkaia. «No es que deje de haber viajes por la zona sino que se podría estar generando un flujo de pesados de la N-240 y la BI-625 a la AP-68», señalan los expertos. Lo argumentan explicando que, frente a la tendencia a la baja generalizada, el porcentaje de camiones en la autopista esta aumentando. En enero eran un 14,8% del total y en marzo se llegó a un 16,3%. La cifra descendió en abril debido a la Semana Santa y se volvió a situar cerca del 16% el mes siguiente.
En su contexto
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6 meses se cumplieron ayer desde que entraran en funcionamiento los peajes en la carretera de Barazar y la de Orduña
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668 vehículos pesados menos pasan al día, en total, por la N-240 y la BI-625. En la primera circulan un 30% menos, mientras que en la segunda caen un 22,6%.
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62% se ha rebajado la circulación de camiones por Barazar en cinco años, de 2.008 diarios a 746. En el caso de la carretera a Orduña el descenso es del 44%: de 1.537 a 857.
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1,5% se ha incrementado la circulación de vehículos pesados en el tramo vasco de la AP-68 desde que se empezaron a cobrar peajes en la N-240 y la BI-625.
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