Osakidetza afronta la última jornada de huelga antes de la OPE
Los sindicatos acusan al Departamento de Salud de ocultar cuántas plazas se van a ofertar y que, por tanto, no pueden valorar si son las apropiadas
Con la nueva OPE de Osakidetza en marcha, los sindicatos cierran su calendario de protestas. Se trata de la cuarta movilización en lo que va de año, que esta vez ha afectado solo a los hospitales. El seguimiento en los centros alaveses, dicen, ha sido «amplio» en áreas como rayos y quirúrgicos pero, una vez más, denuncian que los servicios mínimos son «abusivos» y que buscan «bloquear» el derecho a la huelga.
«Establecen mínimos de servicios de pandemia cuando las restricciones ya han finalizado», denuncia el portavoz de SATSE, Gabirel Pérez, que también, asegura, Osakidetza da el visto bueno a unos servicios mínimos negociados con los sindicatos antes de tener una orden firme del Departamento de Trabajo.
Las centrales sindicales se muestran escépticas ante el plan de estabilización de cerca de 4.000 empleos temporales. «Mostramos nuestra buena voluntad acudiendo a la mesa a pesar de que Osakidetza no nos había dado nada de información sobre las plazas que van a ofertar para poder contrastar o avalar con números si son las apropiadas», explica.
En ese sentido, los sindicatos siguen apreciando una actitud «prepotente» y con sus interlocutores en la mesa sectorial. «La gente sigue mosqueada con la negociacion de Osakidetza», aprecia el representante sindical que dice, «está marcada por la imposición». «Llevan puntos a tratar que solo le interesan a ellos, ignorando todo lo que proponemos».
Los sindicatos convocantes (SATSE, ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK) reclaman que el departamento de la consejera Gotzone Sagardui les permita hablar de medidas de conciliación, reducción de la temporalidad o recuperación de poder adquisitivo perdido. «Se dice que para muchas cosas no hay dinero cuando el consejero de Hacienda, Pedro Aspiazu, dice que ha habido un 'ahorro importante' de unos 600 millones», denuncia Pérez.