La oposición da por «agotado» el «modelo PNV-PSE» en el Ayuntamiento

La candidata de EH Bildu, Rocío Vitero, despachó el asunto con un «no vamos a valorar las decisiones que otros grupos políticos adopten sobre sus candidaturas, eso son temas que les incumben a ellos». La frase es una de esas que piden a gritos un 'pero'. Y lo añadió. «Nosotras –apostilló– tenemos claro que el Gobierno del PNV y del PSE está agotado». «Van en función de inercias, de lo que va ocurriendo, y no están dando respuesta a lo que necesitamos como ciudad», censuró la líder abertzale.

En la misma línea, el presidente del Partido Popular en Álava, Iñaki Oyarzabal, también tachó de «gran fracaso» la dupla PNV-PSE en el Consistorio, pero fue mucho más contundente –y también más beligerante– a la hora de valorar la decisión de los nacionalistas de colocar como candidata a Artolazabal , a la que no dudó en definir como «una persona al servicio del aparato, dócil, que no se va a atrever a alzar la voz en defensa de Vitoria». «Es más de lo mismo».

Para el líder conservador, la jeltzale «lleva encadenando fracaso tras fracaso en todas las gestiones donde ha tenido responsabilidades». Y Oyarzabal no tardó en sacar a relucir el gran borrón en el expediente con el que Artolazabal concurrirá a las próximas elecciones: el caso Sansoheta, que acaeció mientras ella era la máxima responsable de Bienestar Social. «El partido nacionalista la ha ido apartando sucesivamente de sus anteriores cargos de la Diputación por el caso de abusos y prostitución de menores, de Lanbide por su penosa gestión del Servicio de Empleo, y conocemos ya sus improvisaciones y el caos en su gestión de las cárceles vascas», censuró el popular. «Vitoria no se merece una alcaldesa así», remachó.

Óscar Fernández, de Elkarrekin, aliado de Urtaran a la hora de sacar adelante sus presupuestos, prefirió destacar «el talante abierto al acuerdo que ha mostrado el alcalde al margen de nuestras diferencias ideológicas» y expresó su deseo de que «su sucesora continúe manteniendo esa buena disposición y receptividad por el bien de la ciudad» .

La primera teniente de alcalde, la socialista Maider Etxebarria, prefirió también por adoptar un perfil bajo a la hora de valorar el asunto y, sin nombrar ni a Urtaran ni a su sucesora, mostró su «respeto con los procedimientos y decisiones de otros partidos políticos», se congratuló porque «por fin, después de muchos años» Vitoria vaya a tener una alcaldesa y replicó a la oposición, que da por amortizada la coalición de Gobierno: «Quedan todavía muchos meses de legislatura. Seguiremos trabajando duro para buscar lo mejor para la ciudadanía».