La obra antirriadas del Zadorra en Asteguieta sufre otra demora de tres años
El Ayuntamiento alega que el proceso de expropiaciones de terrenos es «dificultoso» y que no tendrá esos suelos antes de la primavera de 2026
Los vecinos de Asteguieta y Crispijana, las empresas del entorno de Apaolaza y parte de las instalaciones del aeropuerto de Foronda van a tener que ... esperar otros tres años para ver hecha la mota que ayudará a contener las riadas periódicas del Zadorra aguas abajo de Vitoria. La fase IV del plan antiinundaciones ha encallado por lo que el Ayuntamiento califica como «dificultoso» proceso de expropiaciones de terrenos.
Para hacer esos trabajos, la Agencia Vasca del Agua necesita una serie de solares que pertenecen a particulares y a las juntas administrativas. De ese proceso se encarga el Consistorio desde hace más de un año, cuando se firmó un convenio institucional para ese cometido. Pues bien, según ha revelado este martes el concejal de gestión Medio Ambiental, el socialista Pascual Borja, «la memoria y el proyecto de expropiaciones» no estarán listos hasta este marzo y después se abre un plazo de varios meses para fijar justiprecios y alegaciones. Es decir, Vitoria no tendrá esos suelos hasta «primavera-verano de 2026».
La obra que ya ha diseñado y presupuestado URA desde hace año y medio tiene un plazo de ejecución de 15 meses. Es decir, que hasta 2028 no se podrá decir que esa zona del municipio está ya a salvo de inundaciones. Eso si la agencia del agua no pierde en este tiempo la financiación, porque parte de los 5,6 millones consignados se pagan con fondos europeos, como ha cuestionado el concejal de Elkarrekin Óscar Fernández, «apenado» y crítico con el Ayuntamiento al que ha acusado de «no haber hecho prácticamente nada en este tiempo».
38 parcelas
Borja se ha defendido y ha dado detalles del proceloso proceso de las expropiaciones de terrenos en esta ciudad. Para empezar, ha señalado que ha sido difícil dar con los dueños de las 38 parcelas en las que se dividen los 45.000 metros cuadrados entre Asteguieta y Foronda afectados por los trabajos sobre el Zadorra. «Algunas no estaban registradas y otras son propiedad de las juntas administrativas», ha señalado. Ha matizado asimismo que se debe habilitar una línea crédito para pagar por esos suelos y que el justiprecio se debe marcar «con las debidas garantías jurídicas» para que no pase como en otros procesos expropiatorios. Se refería de manera velada al pleito que ha ganado Kutxabank por los terrenos de las graveras de Lasarte y por los que percibirá el doble de los que marcó en un principio Vitoria.
El concejal socialista ha explicado que para acelerar los procesos y reducir al mínimo las alegaciones se habla ya con los propietarios. «Es un trabajo tedioso y complicado pero queremos que se haga con garantías». «Nuestro compromiso para evitar las inundaciones es decidido pero se va a ejecutar cada fase con la debida seguridad técnico-jurídica»
La fase IV básicamente consiste en realizar unas elevaciones de tierra de entre 1,30 y 2,5 metros de altura junto al río para evitar crecidas como la de diciembre de 2021 o reducir al mínimo los daños potenciales. Esta vez se actuará en el sur del aeropuerto de Foronda, en Asteguieta y Apaolaza y en una pequeña área frente a unas casas unifamiliares de Crispijana. Tal y como ya se hizo antes entre Abetxuko y el polígono industrial de Gamarra, se crearán unas motas o montículos de terreno en áreas críticas de los márgenes del río para evitar que el agua anegue casas, empresas y la pista de balizas del aeródromo vitoriano.
333 metros a cielo abierto
Allí está además contemplada otra actuación complementaria sobre el arroyo Zuatzu. Ahora ese pequeño afluente al llegar a la carretera A-3302 que atraviesa el pueblo es interceptado e introducido en la red de pluviales del pueblo, de manera que está entubado hasta su salida en la descarga al río Zadorra. En época de lluvias y deshielo el agua sobrante del riachuelo no tiene más sitio por el que salir que las arquetas y sumideros de la zona poblada de Asteguieta. Es decir, agrava más los efectos de las crecidas aguas abajo del río más grande. Así, los técnicos de URA plantean volver a sacar el arroyo a cielo abierto durante 333 metros y conectarlo con el brazo del meandro que se recuperó tras el antiguo hipermercado. Todo ello irá acompañado de siembras y plantaciones para favorecer la integración paisajística.
La mota prevista en el sur de Foronda y que evitará que se inunde la zona de balizas y por tanto que haya riesgos en una infraestructura considerada «crítica» medirá 840 metros y tendrá una altura máxima de 2,59 metros. Se levantará frente al tramo final de la pista del aeródromo. La actuación en Crispijana, que limita al norte con el Zadorra y el Anillo Verde, se centrará en proteger las viviendas situadas al norte de las vías del tren.
URA confía en no perder los fondos europeos
URA lamentó ayer este nuevo retraso. «Ojalá hubiéramos empezado hace dos años», señalaron portavoces de la agencia que dirige Asier López Etxebarria. Confían no obstante en no perder los fondos europeos que iban a sufragar parte de la obra. «Los Feder estaban dentro del programa 2021-2027, así que suponemos que por lo menos parcialmente obtendremos fondos», aclararon. Dicho esto, URA dice que seguirá «trabajando para intentar adelantar todos los plazos de gestión y de ejecución para que este retraso afecte lo menos posible».
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