El Mirador: Aniversarios sanos y redondos

Hace cincuenta años, un grupo de jóvenes llenas de vocación y esperanza dio el primer paso hacia una profesión que cambiaría sus vidas y la de cientos de alaveses. Hoy, aquella primera promoción de la Escuela de Enfermería de Álava se convierte en protagonista de un emotivo homenaje, un encuentro cargado de recuerdos, gratitud y orgullo. Y era el momento de celebrar, no solo el medio siglo transcurrido, sino el legado que han dejado en el corazón de quienes recibieron sus cuidados. Es la historia de un aniversario que une pasado y presente bajo un mismo compromiso: el de cuidar.

La primera cita fue en la Plaza de la Virgen Blanca, hasta allí llegaron compañeras como Mari Carmen Albaina, Rosa Arbizu, Maika Martínez, Lourdes Ruiz, Charo López o Rosa Julia García, que no dudaron el posar ante la escultura vegetal que identifica a la capital alavesa. Anécdotas, risas y tragos jalonaron el vermú que duró hasta que la comitiva se desplazó hacia el restaurante Andere donde celebraban la agradable comida de hermandad. Belén Sasiambarrena, Albertina Calero, Luisa Elena García, Rosa Julia García, Amalia Solana, Cani Martínez, María José Hernández, Josune Fernández, Amaia López, Isabel Guijarro, María Jesús Alvarez y Sara Amilibia brindaron por una promoción que ha hecho historia.

Por otro lado, si hay alguien conocido en cada rincón de Álava esa es la familia Burutxaga con sus carnicerías y su presencia en todas las fiestas y mercados a los que Dulce Burutxaga lleva su especialidad en morcillas de arroz con cebolla y puerro, elaboradas por Arantza Burutxaga. El oficio lo heredaron del recordado Alejandro Burutxaga, la bisabuela Julita Burutxaga y la abuela Dolores Lopez. Los primos Marta Burutxaga y Alberto Burutxaga gestionan las carnicerías en Amurrio. Su caserío de Orozko era el escenario de un especial homenaje para conmemorar su 75 aniversario.

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