Mínima apertura de hoteles para una demanda casi inexistente
Alojamientos como el Centro reabre la mitad de sus habitaciones después de dos meses para dar servicio a tres reservas el primer día
Sin posibilidad de que los ciudadanos puedan realizar desplazamientos salvo por motivos laborales o para cuidar a familiares, los hoteles vitorianos se resisten a abrir sus puertas. Las grandes cadenas han optado por esperar, pero algún establecimiento ha decidido reactivar el servicio aunque sea mínima la demanda. Hay casos como el Gran Hotel Lakua que, tras su función sanitaria, ya está abierto para todo tipo de clientes. O como el aparthotel Jardines de Aristi, que sigue alojando sanitarios pero también a trabajadores de otros sectores. O como el Hotel Centro, que reabrió ayer.
De sus 40 habitaciones en el Pasaje de Postas, oferta 20. Recuperó la actividad pese a tener «solo tres reservas para el lunes», desvela su directora, Diana García Barahona. «Si fuera por rentabilidad, no hubiéramos abierto, pero nos parecía importante dar servicio» a los trabajadores que deben viajar y que «en ocasiones tienen dificultades para encontrar plazas».
Trabajadores son, precisamente, los que han reservado en el Lakua y los que ocupan el Jardines de Aristi. «De empresas con las que trabajamos habitualmente», indica su director, David Vázquez, que advierte de que ahora «las reservas se hacen con poco tiempo y fluctúan según las necesidades laborales». En el Centro, «también tenemos una para el viernes. Pero ahora no hay garantía de nada más allá», continúa García Barahona.
Tanto el aparthotel como el Centro carecen de restaurante o salones para el desayuno, lo que les ha facilitado el cumplimiento de no poder utilizar zonas comunes.
En el caso del Centro, «priorizamos el uso del auto-check in. Ya teníamos una máquina en la recepción y ahora nos facilita las cosas». Porque para poder abrir han tenido que adaptarse a un protocolo «que no conocimos hasta el domingo». Antes habían ido avanzando en las medidas generales «ya que muchas cosas son de sentido común», dice la directora, encantada de recibir de nuevo a los clientes.