Del «no deberían andar sueltos», al «entonces, ¿para qué los quiero?
H. Rodríguez
Domingo, 29 de octubre 2023, 00:17
Las quejas de montañeros por la presencia de mastines sin vigilancia en sus zonas de paso son casi contínuas en cuanto llega el buen tiempo. ... Ni los carteles que hay en las zonas en las que se informa de su presencia, ni los avisos que colocan los propios pastores evitan encontronazos. Muchos no dejan de ser tema de conversación a la vuelta de la excursión omenciones en redes sociales pero no llegan a hacerse oficiales.
«No puede ser que esos pedazo de bichos anden sueltos por el monte. Los dueños tienen que hacerse cargo y vigilarlos». La queja la lanza Aitor Ajuria que hace un año volvió a casa con el pantalón roto tras un encontronazo con un mastín en el Gorbea. «No he hice nada, vino todo loco cuando intenté pasar por el camino en el que estaban las ovejas. Ni reaccionar pude», rememora con indignación. «Son peligrosos y no deberían andar sueltos», lanza.
Al otro lado, los pastores, que se lamentan de que la solución que muchos plantean es la de vigilar a sus perros. «Tenemos los perros porque para nosotros es imposible estar arriba las 24 horas del día para evitar que los lobos me maten animales. Si no, ¿para qué los quiero?», lanzan. «La gente quiere que se respete a los lobos, que se conserven. Bien, pero la consecuencia de que haya más lobos es que en el monte debe haber mastines que defiendan a los rebaños. Y eso hasta los ecologistas lo dicen. La ganadería extensiva sin mastines es imposible y que nadie olvide que la de la latxa es una explotación de ese tipo y que es este ganado el que mantiene los montes limpios. Cuando no haya a ver...», zanja Asier Urien.
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