'Marquitos' y 'Toribio' tienen la culpa

Otro monigote que lleva por nombre 'Toribio', relleno de paja, con un zapato lustroso en un pie y una alpargata en el otro, se burla con su negra lengua de vecinos y visitantes en Campezo, donde se le condena por su perversidad. En su caso perece ahogado en el Ega, a cuyas aguas se le arroja desde un puente. Penoso final por su mísera vida le aguarda también a 'El Porretero', que por robar gallinas en Salcedo acaba como alimento de los buitres sobre el tejado del lavadero.

El carnaval rural en Álava, que nada tiene que ver con el de la capital, ha rebrotado de la mano de Ahik Kultur Elkartea, una asociación ligada a Zalduondo, empeñada en poner en valor y divulgar una tradición legendaria que se prohibió durante el franquismo. «Cada pueblo tiene su propia marcha, su proyecto, pero están muy bien desarrollados», aprecia Lurdes Lekuona, una de las promotoras. La mascarada de Zalduondo es la más concurrida y célebre, «un elemento aglutinador, porque reúne a mayores, jóvenes y medianos. Y viene mucha gente de fuera». Este año, además, estrena la 'Porrero dantza'. Lekuona matiza que «cada carnaval tiene su esencia», pero también elementos comunes. «Los sacos, el hombre de paja, las cosas rurales, el fuego, la ceniza...». En todos, el malo del pueblo paga con la muerte sus desmanes en vida.

En Salvatierra, los personajes de la trasgresión son 'porrero' y 'sorgiña', aunque no se les sacrifica. Se les recibe hoy a las 20.00 horas y se les despedirá el martes a las siete.