La mano
Desde mi punto de vista de arqueólogo, no está bien que en la excavación de la mano de Irulegui hayan actuado personas ajenas a la profesión
Por alguna razón que tiene su lógica, el ser humano ha considerado mágicas la manos humanas. El Hombre Paleolítico las plasmaba en las cavernas en ... las que pintaba. Fueron amuletos poderosos desde siempre Los egipcios las empleaban como símbolo de su escritura pero también como elemento mágico en sí mismo. Los romanos se las colgaban a los niños del cuello. Para los musulmanes la mano de Fátima es un talismán principal. Nosotros las hemos puesto hasta hace nada en nuestras puertas en forma de aldaba.
La razón lógica de la que hablo tiene que ver con la intuición de que, además, de por conseguirse caminar erguido el ser humano llegó a serlo por su capacidad de usar las manos de forma instrumental; es decir, con capacidad para fabricar utensilios, no solo para agarrarse a las ramas de los árboles.
Otra cosa son los matices. El cómo se presenta la mano. Por ejemplo. Los romanos le daban forma de puño, iba cerrada. En otros casos los dedos van extendidos, la mano de Fátima, por ejemplo. Una cosa me ha llamado mucho la atención, le he dedicado mucho tiempo inútil al asunto, porque no he podido sacar una conclusión. ¿Por qué la mayoría de las manos son zurdas, son la mano izquierda? ¿Por qué las de las aldabas son zurdas también y de chica joven? Y van ricamente adornadas con un anillo, un puño de camisa de brocados; es decir son de una chica joven rica.
Siempre he tenido la idea de que la mano diestra lo era por serlo mientras que la mano izquierda era la 'siniestra', dicho así con un tono entre mistérico y negativo. Ya se sabe cómo se las piensa gastar el Creador cuando llegue el Gran Juicio, a dónde van a ir a parar todos los que queden a su izquierda.... Una aldaba de mano izquierda por mucho que vaya bien adornada debía de ser cogida con una mano derecha, normalmente, para moverla y golpear con ella. ¿Por qué un elemento negativo en la puertas? Parece que lo que pide es lo contrario. Al que llega siempre se le recibe con hospitalidad, no con un símbolo de lo contrario.
En fin, el caso es que a todo lo que he dicho debe sumarse ahora que los habitantes del poblado de Irulegui también daban un valor especial a la representación de la mano, creo que además es la mano izquierda, no sé si de chica, y siempre según lo que he leído podían haber colgado en la puerta la delgada lámina de bronce en la que estaba recortada. No como aldaba, se hubiera roto, sino pienso que a modo de elemento protector de la casa. Algo similar a las eguzkiloreas de los caseríos vascos.
Aunque se haya formado un buen revuelo y hayan saltado las expectativas de algunos hasta no sé dónde, en mi entender la teoría del vasco-iberismo es antigua y para algunos suficientemente demostrada. No veo nada de sorprendente en que hayan aparecido unas frases escritas en un alfabeto de base ibérica y que una de ellas pueda traducirse desde el 'vasco', es decir del idioma 'ouesk/ouask' en el que hablaban los 'ouaskones' o 'ueskerones'. No pienso decir mucho más de algo de lo que no entiendo pero, a riesgo de que me apaleen desde algún medio patriota vasco, el 'ko' me lleva a filiación o propiedad y lo que va delante al nombre del dueño de la pieza o de la casa. Un nombre en el que parece adivinarse un 'sor', relacionado con el latín aunque también con el latín-euskera presente, por ejemplo, en la palabra 'sorguiña', la que hace/conoce la suerte.
Con todo, y a pesar de que no he podido evitar perderme como siempre en disquisiciones, lo que me lleva a escribir sobre el hallazgo de la 'mano de Irulegui' es precisamente el hallazgo. La forma en que se ha producido. Desde el primer momento, para evitar fantasmas, se ha insistido que en el transcurso de unas excavaciones arqueológicas de toda garantía, estando la prestigiosa sociedad Aranzadi por medio. La narración de las circunstancias en que se produjo la aparición primero de un atisbo de pieza de bronce, luego de cómo se aplicaron las técnicas arqueológicas precisas, el cuidado a la hora de excavar, el reportaje gráfico preciso... todo en orden. Así lo ha explicado la arquitecta que tuvo la enorme fortuna de extraer el artefacto.
Y allí es donde, según mi punto de vista y pienso que de otros muchos/as arqueólogos, es donde las cosas empiezan a patinar. Porque, habiendo una gran cantidad de ellos que trabajan profesionalmente y que tienen no solo la titulación sino la experiencia necesaria para realizar su trabajo, no está bien que haya sido una persona ajena a la profesión la que haya estado actuando en lo que llamamos los arqueólogos la zona caliente; es decir, los sitios, los estratos susceptibles de poder proporcionar las informaciones que busca el arqueólogo.
El empleo de voluntarios es oportuno, viene bien, pero, a ver si me entienden, para cavar, mover tierra lejos de los puntos en los que solo debe actuar un arqueólogo. Es una cuestión de deontología. Una persona puede hacerse pasar por cirujano y operar de maravilla pero si le descubren tendrá problemas. No entiendo por qué la arqueología, que es una actividad muy técnica que exige un altísimo nivel de profesionalidad, tenga que admitir que se normalicen estas intrusiones y que las autoridades no solo lo consientan, lo apoyen incluso.
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