«No se entiende ahora la voracidad recaudatoria de las instituciones»

– ¿Cómo se están recuperando los trabajadores autónomos de la pandemia?

– No habíamos dejado atrás la crisis económica consecuencia de la epidemia sanitaria y ahora sufrimos el impacto de la invasión de Ucrania, la subida de los precios de las materias primas, la falta de suministros, una espiral inflacionista... Dos de cada tres autónomos todavía no se han recuperado de la pandemia, en ningún sector se factura como antes del covid y no recuperaremos la caída del PIB hasta bien entrado el año 2023. Al acabar 2019 estábamos en la planta doce, nos desplomamos de golpe y poco a poco remontamos. Aún vamos por la planta tres.

– ¿Y esa fotografía de la situación también tiene traslado a Álava y Euskadi?

– Por supuesto, porque en el País Vasco lo que predomina en su tejido empresarial son las pymes –un 90%– y detrás de cada pequeña o mediana empresa está un autónomo. En el último año se han perdido 150, aunque Álava ha ganado 45 y las caídas son en Bizkaia y Gipuzkoa.

– ¿Por qué ha ocurrido esto? ¿Tiene alguna justificación?

– No manejo las claves concretas, pero hay sectores que han sabido reaccionar mejor tras la pandemia y otros que sufrieron más sus consecuencias.

– La incertidumbre es, ahora mismo, la gran preocupación del tejido económico alavés. ¿Cómo se puede hacer frente a este escenario?

– La respuesta no es fácil. Tenemos que afrontar el futuro quizá no con pesimismo, pero sí con mucha cautela.

– ¿Y cómo pueden ayudar los diferentes gobiernos?

– Ahora mismo los trabajadores autónomos bastante tienen con ir devolviendo los créditos ICO, con intentar mantener sus negocios y la actividad y el empleo que generan en ellos. Ha habido ayudas institucionales por ERTEs o ceses de actividad, pero no llegan a una quinta parte de lo que las empresas han perdido en pandemia. Así que no se entiende la voracidad recaudatoria de las instituciones, de querer subir las cotizaciones o los costes laborales. No es el momento para ello.

– ¿Qué reclaman a las administraciones públicas?

– De entrada, que no pongan trabas burocráticas. Y que busquen soluciones de la mano de la iniciativa privada. Porque si seis de cada diez autónomos no repercuten a sus clientes las subidas de precios que tienen que afrontar casi a diario, no tiene sentido la espiral inflacionista. El Gobierno central debería tomar medidas en este sentido.

– ¿Y no es sensible con los trabajadores autónomos?

– Las medidas tomadas para hacer frente a los efectos de la pandemia son bienvenidas, por supuesto, pero al mismo tiempo digo que son insuficientes. Y ocurre lo mismo con las ayudas que se dan a algunos sectores por la invasión de Ucrania, que resultan pírricas.

– El Ejecutivo de Pedro Sánchez quiere aprobar la estrategia del trabajo autónomo para mejorar la situación del sector. ¿Qué espera de este proyecto?

– Vamos a dar tiempo al tiempo. A los gobiernos les gustan los grandes titulares y a los empresarios, trabajar con discreción. La idea es buena si viene a ayudar a un eslabón que sigue siendo de los débiles en la cadena.