Detenido un hombre por una «oleada de robos» en bares de Lakua-Arriaga

Las cámaras que tienen los distintos locales captaron a la misma persona, que actuó a lo largo de toda la noche por la misma zona. Esas grabaciones ya están en manos de la Ertzaintza, que ha procedido a detener al hombre por «robo con fuerza», después de que en uno de estos comercios saltara la alarma y se procediera a hacer una «inspección en las inmediaciones», según han concretado este lunes fuentes de la policía autonómica vasca.

«Es desesperante porque trabaja con la cara al descubierto, campa a sus anchas y nosotros somos los que pagamos las consecuencias», detalla la propietaria del Bar Lakua, a la que intentaron romperle la verja para poder acceder. En la cervecería Opote lo que destrozaron fue los cristales y calculan que «en tres años» han tenido que pagar «hasta 5.000 euros después de altercados similares».

Las peores consecuencias se las llevaron bares como el Bapo, en la calle Portal de Foronda, o en el Sikaru, próximo al Parque de Arriaga. En el primero, según relatan sus dueños, «entraron por la puerta de atrás, que estaba cerrada con llave y, directamente fue a la caja». «Ocurrió en tres minutos. Y era alguien que nos conocía porque se ve claro que sabía a dónde tenía que ir», explica esta mujer, en base a las grabaciones que le ha aportado la empresa de seguridad.

Aquí se quedó toda la lotería nacional que tenían para vender y el bote en el que habían guardado una cantidad de dinero para que la plantilla fuera a cenar en Carnaval. Tenían 400 euros. Una sensación de frustración similar han trasladado desde Sikaru. «En medio minuto se han quedado con 910 euros que teníamos en la caja. El fondo y los cambios que teníamos para el último fin de semana. Eso es porque saben quiénes somos. Tenemos miedo».

La asociación vecinal, así como la de Comercios, Servicios y Hostelería de Lakua-Arriaga (Ipar-Arriaga) se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento para pedirles que aumenten la vigilancia policial porque éstos no son los primeros episodios de robos que sufren. En mayo de 2022 ya dieron otra voz de alarma a través de este diario, lo que les obligó a «reforzar la seguridad» y a crear un grupo de mensajería para alertarse de unos a otros sobre estos sucesos con el objetivo de dibujar así en el mapa del distrito el rastro que dejan los ladrones.