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Los tesoros que las ermitas esconden
La iniciativa 'Abierto por un día' descubre 13 templos alaveses que suelen estar cerrados. Decenas de personas participaron en la ruta, que se repetirá el día 24
jesús nicolás
Domingo, 18 de julio 2021, 04:23
María Dolores Fernández aguardaba desde las diez de la mañana en el porche de la Inmaculada en Sarria. La había dejado perfecta para la ocasión ... y contemplaba orgullosa la imagen. «Está preciosa, tiene un rostro muy bonito, de chica joven». Vecina de la localidad, la familia de su marido ha sido su guardallaves desde que el templo fue donado al pueblo. Ahora es una de las 13 ermitas e iglesias alavesas que recorre la iniciativa 'Abierto por un día' promovida por la asociación Raíces de Europa, con la colaboración de EL CORREO, que arrancó ayer y se repetirá el próximo sábado.
Estos lugares suelen estar varados en los caminos y olvidados. Abren en contadas ocasiones al año y muchos esperaban deseosos a poder ver sus tesoros. Uno de los primeros en llegar a Sarria fue Luis Marquínez. «Me gusta mucho visitar iglesias. Mi padre era restaurador, intervino en Estíbaliz», recordaba. Muchos no dudaron incluso en lanzarse al monte. Perdida en los frondosos bosques de Jugo se encuentra la ermita de Jugatxi. Si de normal abre solo en fechas muy señaladas, con la pandemia ni siquiera había podido hacerlo. Ayer, Belén Uriarte y José María Angulo, miembros de la cofradía, pudieron presumir del lugar al que tanto cariño guardan y que protegen. «Estamos atentos, más todavía en verano. Hemos cerrado las parrillas para prevenir cualquier incendio», explicaban.
Raíces de Europa prepara otro itinerario para octubre en las zonas de Kuartango y Treviño
nuevos proyectos
Tras cinco minutos de caminata, una de las parejas que subieron a disfrutar de esta joya era la conformada por Francisco Navarro y Pilar Ferrer, de Vitoria. Al cruzar el umbral del portal se quedaron fascinados con el retablo del siglo XVII y su Andra Mari. «Deberían de hacerse más rutas guiadas por la zona». Aficionado a la historia, él no podía evitar retrotraerse a los tiempos de la invasión musulmana. «Hace falta que haya alguien que explique el sentido que tenían estas ermitas, Álava fue muy importante a principios de la Reconquista y estos templos eran una manera de aleccionar a los feligreses para que estuvieran dispuestos a morir por la cristiandad», contaba. A ella le preocupaba que se pueda perder ese legado. «Es una lástima que no se puedan tener abiertas, aquí ya entraron a robar», advertía.
A la misma conclusión llegó Miguel Ayerbe al acercarse a Santa Lucía en Ondategi: «Aquí hay objetos muy golosos», comentaba al observar su retablo barroco y su curioso altar, un gran capitel románico. Con la pandemia hizo la mudanza desde Vitoria a Sarria y ayer, para hacerse al terreno, empezó la ruta por la ermita de Zárate. Para él, la más bonita a pesar de una pequeña pega: «Hay un ventanal románico que cuando se construyó la sacristía se tapó. Deberían de rebajar el tejado para que se pueda ver de nuevo desde fuera».
El sarcófago de Gorostiza
Otras defensoras de este patrimonio son las hermanas Itziar y Pilar Fernández de Labastida. Ambas han recorrido Álava fotografiando más de 100 templos. «Lo hacemos para dejar constancia de que siguen existiendo y para llamar la atención sobre aquellas que no están bien conservadas», aseguraban. En esta ocasión aprovecharon para visitar San Pedro de Gorostiza. Allí se encontraba la voluntaria Ana Moreno. «Han pasado cerca de 45 personas, sobre todo matrimonios y algún grupo de amigos. Pensaba que no iba a venir casi nadie». Esta pequeña iglesia, ubicada en una aldea medieval despoblada, tiene sus paredes salpicadas con restos de un cementerio paleocristiano del que solo queda un sarcófago. Ayer Alain Boisset aprovechó para probar si era 'cómodo'. Y sí, cabía.
El evento tuvo una gran acogida con unos cien visitantes por cada una de las ermitas e iglesias
jornada «fantástica»
Muy ilusionado se mostraba también el presidente de Raíces de Europa, José Alipio Morejón, con la respuesta. «Ha sido una jornada fantástica. La gente está muy contenta y agradecida». A lo largo de la mañana pasaron cerca de 40 grupos por templo. «Unas 100 personas, pero muy espaciadas», aseguraba. «No queríamos que hubiera aglomeraciones, de ahí que incluyéramos en la guía tantos sitios». Ahora trabajan para estrenar en octubre una nueva ruta, esta vez por la zona de Kuartango y Treviño.
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