Imposible reservar mesa en Vitoria en fin de semana hasta después de Reyes

Así lo confirman en buena parte de los templos del buen comer en Vitoria. «Me estoy quedando sin sitios hasta para mis compromisos personales», confiesa Luis Hernani desde el restaurante Mano Lenta. En este establecimiento estas semanas son de «muchísimo trasiego»: «Vamos corriendo de un lado a otro». Las primeras llamadas para interesarse por mesas para estas semanas del año empezaron a llegar «a finales de verano, como para principios de septiembre».

La misma situación relata Juan Carlos Antolín. El presidente de SEA Hostelería es el responsable de locales como Kotarro o klanDestino, entre otros. «No para de sonar el teléfono para reservar», apunta en conversación con este periódico antes de señalar que en los días que abren ya está «todo completo».

En Kaskagorri, Iosu Sainz incluso se anima a dar un perfil de la clientela en estas fechas. Quienes acudan en estas semanas previas a la llegada de Olentzero se encontrarán «con grupos y cenas de empresa». En los días entre las grandes fechas de Navidad, Año Nuevo y Reyes las mesas serán en su mayoría «de familias».

Aquí, además, cada vez son más los que pasan de cocinar y apuestan por comer fuera los días más señalados, no como hace unos años cuando las comidas con la parentela se estilaban en el domicilio de los padres o abuelos. Mikel Zuazo, del Matxete, argumenta que está habiendo un «relevo generacional» que empuja a muchas familias a juntarse fuera y ahorrarse el trajín que supone hacer comida para una legión de primos, cuñados, nietos o hermanos.

En una línea similar se pronuncia Jesús Arrieta, del restaurante Zabala. «Ese cambio en las familias lo llevamos notando desde hace años. La gente no quiere cocinar», sentencia. En Mateo Moraza ya tienen «llenos todos los días punta», a excepción de alguna mesa suelta en Nochevieja. Todos los fines de semana están completos. «Y eso que esto es grande», matiza. Por cierto, aquí «cada vez hay más comidas que cenas de empresa».

En el Zaldiaran, uno de los establecimientos más prestigiosos de la ciudad, también se encuentran «a tope». Gonzalo Antón apunta a unos fines de semana casi sin huecos -«entre semana queda algo»-. Los banquetes de empresa son también frecuentes aquí, aunque con una tendencia a «reuniones de directivos» en un formato más reducido, «de entre seis y ocho personas».

Casi todos los restaurantes apostarán por menús cerrados para estas fechas, aunque también es eso lo que está demandando la propia clientela. «Los fines de semana nos suelen pedir el menú de pintxos, pero ahora reinan los de Navidad, más completos», sostiene Damaris García desde el otro lado de la barra del PerretxiCo. En el local materno de la cadena de Josean Merino, se esperan unas semanas «sin tregua» hasta Reyes. «O se queda alguna mesa libre o es complicado encontrar sitio», advierte García antes de volver a atender su local abarrotado.